Mujer que compró el aparato fue procesada

Policiales | 21 May Una mujer de 35 años fue procesada ayer por la Justicia Penal tras hallarse en su poder un celular que 25 minutos antes había sido sustraído mediante arrebato a una señora de 49, al culminar un rápido procedimiento de la Seccional Tercera con apoyo de la Patrulla Antiarrebatos. Como adelantó EL TELEGRAFO, la víctima del arrebato caminaba por avenida República Argentina en dirección oeste, rumbo a su lugar de trabajo, cuando la abordó desde atrás un individuo de unos 20 años con quien forcejeó, mientras gritaba en procura de ayuda, hasta que cayó al suelo.
Con la cartera en su poder --en la que había un celular LG con cargador valorado en $ 6.000, un libro, un pañuelo, lentes y otros elementos--, el arrebatador huyó hasta Felipe Argentó, donde lo aguardaba un motociclista con el cual emprendieron la fuga en dirección norte.

APENAS 25 MINUTOS
De inmediato, se hizo presente un móvil con personal de la Seccional Tercera de Policía para luego, a través de un avanzado sistema de rastreo incorporado en el propio dispositivo y mediante un método cuyos detalles se mantienen en reserva, se logró saber que al celular, hurtado a las 6.30, apenas 25 minutos después ya le habían colocado otro chip con un nuevo número de abonado, y que el aparato se encontraría en una casa de la zona de Montevideo y Diagonal 300, en pleno barrio P3.
En base a ese dato, con el apoyo de la Patrulla Antiarrebatos, personal de la seccional actuante practicó varios allanamientos simultáneos en la zona indicada y en la casa de un conocido delincuente fue localizado el celular hurtado, que se encontraba en poder de la concubina del dueño de casa, quien fue detenida.

SOSPECHÓ PERO COMPRÓ
Conducida a la comisaría e interrogada, dijo que estaba durmiendo cuando, próximo a las 6.45, golpeó a la puerta de su casa un desconocido de unos 20 años --cuya descripción coincidía plenamente con la aportada por la víctima del arrebato-- que le ofertó en venta en $500 un celular de cuya procedencia sospechó, pero al que igual accedió comprar ya que le convenía el precio, colocándole inmediatamente el chip de su teléfono celular.
Aclaró que no tenía la certeza de que el aparato fuera robado y que no estaba vinculada al arrebato investigado. En conocimiento, la jueza penal de Cuarto Turno, María Jimena Alonso, dispuso la conducción de la detenida y su procesamiento sin prisión por un delito de receptación.