Locales | 21 May “Se está trabajando bien en las empresas autogestionadas”, dijo a EL TELEGRAFO Daniel Placeres, directivo de la Asociación Nacional de Empresas Recuperadas (Anert), integrada por una veintena de empresas con más de tres mil trabajadores.
Mencionó el caso de Cotrapay y las exportaciones que está haciendo Tessamérica, y la situación de CTC ex Cerámica Olmos, donde “hay 180 personas trabajando y tienen un show room en Montevideo, donde se nota que la gente responde” y compra los productos. Dijo que “estamos haciendo convenios con las otras autogestionadas, como Envidrio y otras de la Anert para comprar cerámica”.
Otra de las novedades es que el Ministerio del Interior “está haciendo compras directas al Molino Santa Rosa y Molino Caorsi de Tacuarembó por los fideos y la harina”, y sobre esa realidad se planteó la posibilidad de la venta de telas de Tessamérica para las empresas públicas y los ministerios, lo que si bien a priori parece más caro que telas de otro origen, como de China, “es relativo, porque el Estado compra mal, si lo hace a 90 días tiene una diferencia de costos. Y nosotros ahora estamos pidiendo que en las licitaciones del Estado, cuando hay construcción o reformas en viviendas o escuelas, parte de la sanitaria sea nuestra”.

EN CADA LICITACIÓN
La estrategia a utilizar, según explicó, es que cuando una repartición del Estado llama a licitación se prevea que quien la gana deba dejar un porcentaje del 30% o 50% de cupo para las empresas autogestionadas, pero al mismo precio que marcó la licitación, y que sea opción de la autogestionada el cubrir esa demanda. “Esa es la política que aplica UTE, se presenta una licitación por transformadores y la gana una empresa de Argentina o Brasil, pero se le da la opción a Urutransfor de vender un porcentaje al precio del que gane la licitación. Eso ya se está haciendo en UTE y lo proponemos para otros casos”. Sobre la coordinación que puede darse, presentó el ejemplo de Tacuarembó, donde la Intendencia apoya la iniciativa --pese a ser de otro partido político--, y “se dio el fenómeno que los compañeros del Molino Caorsi iban a participar del remate, pero el edificio lo compró la Intendencia y se lo cedió en comodato a los trabajadores de Caorsi para que siguieran trabajando, y la producción del molino está a cargo de los trabajadores en un predio que es de la Intendencia, que les sacó el peso del terreno y les dio el comodato. Eso está bueno --afirmó-- porque además el Estado (en este caso la Intendencia) pasa a tener un bien inmobiliario que es de la sociedad y no pierde valor, y también da oportunidad de trabajo”.

MÁS DE 3.000 TRABAJADORES
Placeres dijo que “hay más de tres mil trabajadores en las empresas autogestionadas, en rubros como transformadores, cerámica, vidrio, harina hay varios; cubiertas, fideos que hay dos; jugos de fruta, telas, costura, servicios, editorial de libros, textiles y una de polímeros en San José, que utilizan el plástico de las botellas, el pet para hacer lana sintética. Y hay varias empresas chicas, talleres, no solo recuperadas sino también creadas. Como nosotros en Envidrio, que fundamos una empresa, rescatamos el oficio pero no son las mismas máquinas ni la fábrica que había”.
También hay un frigorífico, el ex Ipsa de Canelones, que está a estudio en el Fondes, “que se verá si sirve para chacinados, aves o qué característica puede tener”. Entre las nuevas empresas, citó a “Profuncoop, que hace las carcasas de las luminarias para el alumbrado público de la Intendencia de Montevideo, ganó una licitación por 10.000 y está trabajando”. Este caso surgió “a iniciativa de los trabajadores, que no sabían bien qué hacer y se reunieron con la Universidad de la República y vieron que Uruguay consume muchas luminarias”.
Sobre si hay alguna iniciativa para utilizar parte del predio de la ex Paylana, actualmente del Fondes, y que no es utilizado por Cotrapay, dijo que “por ahora no se presentó nadie”.

ALGUNOS COBRAN MENOS
Comentó que hay casos donde los trabajadores que se hacen cargo de una empresa ganan menos que antes --y a veces menos del laudo-- “para mantener la fuente laboral mientras ven cómo bajar otros costos”.
Recordó un caso --y dijo que hay varios-- de un pequeño empresario que estaba en edad de jubilarse y les dijo a sus empleados que les dejaba el taller y la maquinaria como pago del despido por cierre, y que ellos se hicieran cargo”.
En el caso de Envidrio, los números no tienen el equilibrio deseado, y “para que sea más rentable hay que triplicar la producción”.
“En octubre inauguramos un nuevo horno para 120 toneladas, y ahora se están fundiendo 60 toneladas con 107 compañeros, casi 1,8 toneladas por cada trabajador, y para competir bien cada compañero debe ‘valer’ hasta una tonelada de producción”.
Dijo que el crecimiento “será por aumentar la exportación, y bajaremos los costos con el precio del gas natural en lugar de fuel oil. Hay una propuesta que es cobrar el fuel oil a un precio más bajo hasta que empiece el gas natural, y entonces el descuento que se hace hoy se recupera pagando un poco más caro el gas natural. Eso nos permitirá, a nosotros y a todas las industrias, ser más competitivos”.