Opinion | 27 May El Ministerio de Salud Pública se encuentra trabajando en una campaña nacional que comenzará en junio y tiene como objetivo la reducción del consumo de sodio en la población, siendo este mineral determinante en el desarrollo de la hipertensión y dado el impacto que esta tiene como factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Como el pan es un alimento de consumo masivo y diario, con un importante aporte en la proporción de sal en la alimentación diaria de los uruguayos, se implementó --bajo el nombre de “Menos sal, más salud”-- un plan de reducción de sodio en panificados sin que afecte sus características y su sabor, en coordinación con el Centro de Industriales Panaderos del Uruguay, con colaboración de la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular.
Como producto de varias conversaciones mantenidas con las autoridades del MSP y a partir de ensayos llevados a cabo en el Instituto de Tecnológico del Pan, se entiende que es posible una reducción de sal en la diversidad de panes que elaboran las panaderías de nuestro país. En una primera instancia se exhorta a reducir el contenido de sal en el pan en un 10%, pasando de un 2% sobre la harina a un 1,8% como máximo. Luego, se podrá avanzar a una reducción paulatina, con el propósito que la misma no altere el sabor ni las características del pan.
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo de muerte en el mundo y afecta al 30% de la población adulta tanto a hombres como a mujeres, siendo la primera causa de fallecimiento en Uruguay. Según estadísticas del MSP, la ingesta de sodio de la población uruguaya prácticamente duplica las recomendaciones de la OMS (5g de cloruro de sodio por día).