Deportes | 23 May Se paralizó el país: Luis Suárez fue sometido a una artroscopía en su rodilla izquierda a tan solo tres semanas del comienzo del Mundial 2014. La noticia sacudió a los poco más de tres millones de hinchas que comenzaron a palpitar la presencia de la Celeste en Brasil, teniendo en cuenta el poco tiempo de recuperación que tendrá el delantero del Liverpool para llegar en buenas condiciones al Mundial.
El miércoles, el goleador de Uruguay trabajó en la mañana a puertas cerradas en el Complejo “Uruguay Celeste”, y a la tarde no bajó a la cancha junto a sus compañeros.
El cuerpo técnico y el secretario de prensa informaron que Suárez estaba trabajando aparte, en el gimnasio, pero sobre la medianoche los periodistas de Tenfield, empresa que tiene los derechos televisivos del fútbol uruguayo y de la selección, hicieron circular por las redes sociales la noticia de que en realidad el delantero había sufrido una molestia en su rodilla izquierda, y que se evaluaba ser sometido a una operación.
Luego de que Suárez sintió la molestia, y de que fuera revisado por la sanidad celeste, a la noche y en total silencio fue sometido una resonancia magnética, y el diagnóstico del cuerpo médico de Uruguay, y del Dr. Luis Francescoli, fue inmediatamente enviado al Liverpool, para que la decisión final fuera del club inglés.
Pasaron las horas mientras todo transcurría en absoluto hermetismo, hasta que desde Liverpool llegó el visto bueno para la operación, aunque en primer momento se sugirió que el futbolista viajara para ser intervenido quirúrgicamente en Inglaterra, lo que fue descartado minutos después.
Más allá de que la novedad comenzó a aparecer en las redes sociales en la madrugada de la víspera, a las 10.38 de ayer la AUF emitió un comunicado oficial sobre la situación de Suárez, que a esa altura ya había sido operado.
En el mismo se indica que el miércoles Suárez, “luego del calentamiento normal, en el trabajo con pelota sufrió un intenso dolor en su rodilla izquierda. Se planteó sufrimiento de menisco externo en rodilla estable y sin derrame”, por lo que “se valoró con resonancia magnética confirmándose lesión parcial de menisco externo”.
“En la mañana de hoy (ayer) se le realizó por vía artroscópica resección parcial de menisco en la Médica Uruguaya, sin que se constataran otras lesiones en la rodilla”, agregó el comunicado, para luego transmitir tranquilidad: “No está descartada su participación en el Campeonato Mundial de Brasil”.
La AUF confirmó además que “el jugador recibió un traumatismo directo en su rodilla izquierda en el último partido de la Premier League con el Liverpool (el domingo 11 de mayo, ante el Newcastle, recibió un duro golpe por parte de Paul Dummett), con dolor que remitió con el reposo deportivo post competencia al estar de licencia finalizada la Liga”.
Por lo tanto, la situación no extrañó al Liverpool, más allá de analizar la situación tras recibir la información desde Uruguay con respecto a la lesión de Suárez. Y tampoco extrañó a la AUF, dado que el propio presidente, Wilmar Valdez, manifestó conocer que “Suárez llegaba con una pequeña molestia”, más allá de que se resintió a pocos minutos de pisar el césped del Complejo “Uruguay Celeste”.