Rurales | 30 May El presidente de la Intergremial de Productores de Leche (IPL), doctor Sergio Filgueira, manifestó a EL TELEGRAFO, que actualmente “lo que más nos preocupa es que a largo plazo estamos viendo una lechería muy diferente, en donde tratamos que el país mantenga a los productores en el rubro, pero lamentablemente hoy es muy difícil que el productor pueda competir con la agricultura”.
Una de las grandes dificultades que atraviesa el sector en el país, es la gran competencia en el rubro agropecuario con la agricultura, que de alguna manera, está desplazando productores del sector y desplazando área de la lechería.
“En esta zona del Litoral se ve más”, aclaró el también directivo de la Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP). “Hace pocos días fue la liquidación total de tambo La Espiga, un establecimiento lechero con muchos años de selección de ganado y trabajo en el rubro. Si bien el fallecimiento de Pierre Wyaux fue lo que determinó la venta del tambo, hoy se nota claramente que la competencia por el factor tierra que hay con la agricultura, la gana esta última”.
“Sabemos también de varios compañeros de acá que están achicando el tambo o cerrándolo para destinar más área al rubro agrícola”, dijo.

FUTURO
Desde el punto de vista productivo, lo que se está yendo para el exterior en pie, “no tiene gran incidencia, en la medida que se manejen los números de animales que se han exportado en los últimos años”, explica el profesional. “Siempre algo pesan porque una de las limitantes de la lechería en Uruguay es el crecimiento de los rodeos”.
“Eso sumado a los productores que quedan por el camino, a las décadas de mal negocio, que fue sobre todo la del 90 y los primeros años de 2000, han hecho que muchos de los hijos de esos productores hoy estén con otras alternativas laborales”, precisó.
“Por suerte hoy el productor tiene opciones, como arrendar su tierra y vivir decorosamente de ella, y algunos hasta venderla”. Sostuvo que “hace 10 o 15 años un productor que dejaba el tambo como que lo dejaba llorando, porque lo tenía que mal vender por ser el precio del momento, pero quedaban pocas alternativas productivas. Hoy la situación es diferente, y muchos de los productores que han dejado el tambo, lo han hecho contentos, porque tienen un margen económico igual o mejor, pero sobre todo, una forma de vida que será mucho más tranquila”.
MANO DE OBRA
El tema mano de obra es otra de las complicaciones que tiene el sector. “Es de los rubros que más gente ocupa, alrededor de 20 personas cada 1.000 hectáreas, o a veces más”, indicó Filgueira. “Y cuanto más gente precisás, mayor es la complicación”, acotó.
Atribuyó a las nuevas tecnologías, que cada vez se precisa gente con mayor capacitación, que “cada vez tendrán que estar más arriba de los detalles de los procesos, y no es fácil conseguir la gente, pero más aún, que la puedas capacitar y que después se mantengan en el rubro”.

MOMENTO ESPECIAL
“Son tiempos de aguas calmas, y en donde las actividades no son muy amplias, más allá del vínculo que tenemos con el Instituto Nacional de la Leche (Inale)”, manifestó el titular de la IPL.
“La gran mayoría de las actividades de la gremial para afuera, están canalizadas a través de la delegatura que tenemos en esa institución”. Entiende que el momento del sector lechero hoy es “especial”. A pesar de un otoño bueno, no está saliendo toda la leche que uno podía prever, con diferencias en las diferentes zonas del país.
“En Paysandú al norte y en Salto el verano fue seco, a diferencia de lo que sucedió en el resto del país. El exceso hídrico fue brutal, fundamentalmente en el sur, castigando bastante el ganado y hoy estamos pagando las consecuencias”.
En lo que va del otoño, “ha sido bueno en cuanto a la instalación de pasturas. Tal vez algún atraso a causa de las últimas precipitaciones, pero estamos pasando un buen momento, con el precio manteniéndose en niveles más que buenos”.

LUZ AMARILLA
“La luz amarilla son las bajas en los mercados internacionales”, expresó el dirigente y productor. Sobre todo lo que sucede en los remates de Fonterra, porque hasta ahora Uruguay no ha sufrido el impacto de lo que sucede en esas subastas, un poco porque los negocios estaban pactados para adelante, pero ya van 7 remates de Fonterra a la baja que no nos dejan demasiado tranquilos”.
La industria grande uruguaya (Conaprole) ha planteado que por lo menos durante un par de meses más sigue con el precio que está actualmente, “lo que da una chance a los productores de facturar bien en estos meses, y a mediano plazo se verá que pasa con los negocios en nuestro país”.
“Los negocios que tiene pactados Uruguay son con dos o tres países bases, pero sobre todo Venezuela colabora bastante con el precio diferencial de nuestro producto, frente a lo que puede ser a nivel internacional, por ejemplo las ventas grandes de Nueva Zelanda”.
Si no hay nada raro, para Filgueira, la baja en los remates de Fonterra “tendrá que comenzar a revertirse, y tal vez puede haber una baja en Uruguay, pero no va a ser acentuada, manteniéndose en un año relativamente bueno”.