Opinion | 02 Jun “Estados Unidos no negocia con terroristas”, dijo a comienzos del año pasado la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en respuesta a la propuesta de liberar a ciudadanos estadounidenses retenidos en el sur de Argelia a cambio de dos islamistas presos en Estados Unidos.
Un año y medio después, no solo demuestra que mantiene conversaciones en secreto con los terroristas, sino que presenta a quien quiera ver, la conformación de un combo inefable con el intercambio de cinco presos de Guantánamo por el sargento Bowe Bergdahl, secuestrado en Afganistán desde hace cinco años.
Este intercambio, que evidentemente ha tenido un costo que probablemente no se sabrá --porque la principal fuente de financiación de Al Qaeda es el precio que pone a las cabezas de sus detenidos-- ha generado una mayor preocupación en la dirigencia política norteamericana que observa la posibilidad de repetir esta decisión y poner en peligro a las fuerzas estadounidenses en la zona.
La decisión adoptada por Obama sin consultar al Congreso de su país, es más o menos parecida a la determinación del presidente José Mujica de traer presos desde la base ubicada en la isla cubana a Uruguay sin consultar al Parlamento uruguayo, que más allá de tener las mayorías necesarias, demuestra el desconocimiento de la relación entre poderes existente en un régimen democrático.
Como sea, Obama prometió en 2008 que cerraría la cárcel de Guantánamo y tal decisión no cuenta con el apoyo de los republicanos en el legislativo, en tanto opinan acerca de la posibilidad de una radicalización de los presos una vez se encuentren fuera del país con la organización de nuevos ataques terroristas.
Este combo de 5 X 1 ha contado con los buenos oficios del Emir de Catar que ha actuado como garantista de la vida de Bergdahl. ¿Quién es Tamim bin Hamad al zani, el hombre de 33 años a quien el secretario de Estado, John Kerry agradeció especialmente por sus buenos oficios?
Es el dueño de los almacenes Harrods, de Tiffany y Valentino, de Miramax (los estudios de Disney), del Credit Suisse y de la cadena de noticias árabe Al Yazira. Demasiados intereses como para dejar pasar esta oportunidad.
¿Cuál es la influencia de Catar en Oriente? Ha liderado la “Primavera Árabe”, suministra armas a los rebeldes sirios, es opositor a los planes nucleares de Irán y como vimos ha rescatado a bancos occidentales en apuros.
Por tanto, “nada es gratis en la vida” y aunque aún quedan 149 presos en Guantánamo habrá que esperar por más ofertas de países que quieran alojarlos en calidad de refugiados.
La puesta en escena de Obama en los patios de la Casa Blanca, pone de manifiesto la escasa profundidad de los argumentos manejados por quienes se consideran políticamente correctos. Los actos de humanidad y sus vergüenzas se han transformado en términos cada vez más relativos.