Locales | 05 Jun Al menos medio centenar de personas en situación de vulnerabilidad social se encuentran alojadas en el Refugio La Heroica, que cuenta con capacidad para recibir a cuarenta usuarios, en tanto los restantes diez pernoctan en el piso del edificio.
A raíz de denuncias recibidas por EL TELEGRAFO según las cuales se constataba la negativa a albergar en el Refugio a ciudadanos en situación de calle que superaran el cupo permitido, el coordinador del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Ricardo Fleitas, explicó que un equipo interinstitucional se encuentra abocado al análisis de otras opciones de alojamiento.
En el encuentro realizado en la víspera participaron delegados del Ministerio del Interior, a través de Policía Comunitaria y el coordinador de Radio Patrulla, el Ministerio de Salud Pública, Intendencia de Paysandú, la Asociación Cristiana de Jóvenes a cargo de la gestión del refugio y el Mides.
“Se trataron tres puntos, donde el primero tiene que ver con un relevamiento realizado por Radio Patrulla sobre la cantidad de personas en situación de calle. El segundo punto analizó la realidad actual del refugio y cuántas personas se atienden allí y en tercer lugar, las alternativas que contemplen necesidades en el territorio”, dijo Fleitas.
El Ministerio del Interior visibilizó a 34 personas en situación de calle. “De ese total, al menos una docena son oriundas de Montevideo y las restantes de Paysandú, Argentina y Chile. Son personas que se han quedado desde la Semana de la Cerveza, algunos vinculados a la artesanía y se encuentran en diversas zonas de la ciudad. Otros se instalaron en espacios abiertos con servicios sanitarios, como por ejemplo el camping del Parque Guyunusa”, señaló el coordinador.
Según Fleitas, del total de los sanduceros existen situaciones de desvinculación familiar –fundamentalmente son hijos-- ante la constatación de hurtos en sus hogares y en el caso de los montevideanos, han arribado bajo propuestas de rehabilitación en instituciones por consumo problemático de sustancias. Sobre estos en particular, reconoció que no logran adaptarse y terminan deambulando en la ciudad.
Incluso señaló que piden dinero bajo el argumento de pertenecer a una institución, “y a veces resulta difícil diferenciarlos de aquellos que trabajan verdaderamente en las organizaciones”.
Del total del cupo límite (40) “hay 23 adultos y el resto son niños, lo cual facilita su instalación porque duermen dos en una cama”, en tanto informó que más de veinte “provienen del área metropolitana, particularmente Montevideo y Canelones. Hay un 20% oriundos de otros departamentos y el resto de Paysandú”, puntualizó Fleitas.

REFUGIO DE ALTA EXIGENCIA
El Refugio La Heroica está considerado de alta exigencia porque sostiene requisitos para su ingreso. De acuerdo al coordinador, no se permite el consumo de sustancias, se establecen pautas con la higiene personal y se solicita que colaboren en la elaboración de los alimentos y las tareas del refugio.
Con la llegada del invierno se instala “una situación excepcional” que requiere “una movida interinstitucional donde participa el Ministerio del Interior, ASSE, la Intendencia y funcionarios del refugio que recorren lugares donde se encuentran personas en situación de calle”, sostuvo Fleitas.
En esta oportunidad se agrega la consigna de transmitir los nuevos marcos legales existentes que impiden pernoctar en espacios públicos, según la recientemente sancionada Ley de Faltas. “La tarea educativa a cargo de Policía Comunitaria será informar a la persona que se encuentra en la calle y se buscará una alternativa”, indicó.
Consultado sobre el criterio que se utilizará con las personas que permanecen en el Estadio Cerrado o en algunos nichos del Cementerio durante la noche, Fleitas reconoció que esa problemática fue la base de la discusión de la víspera.
“El primer paso se dará con aquellas personas que tienen riesgos visibles de problemas de salud, se coordinará con el Ministerio de Salud Pública para que le transmita a ASSE que estas personas se atenderán en la emergencia del Hospital, donde se evaluará el riesgo y eventualmente serán incorporados al Refugio”, acotó. Para aumentar la cantidad de personas a atender, se deberán elevar las partidas y recursos recibidos. “El INDA provee los alimentos y aumentará al doble la partida habitual. De las 34 personas que se visualizaron en situación de calle, se recibirá a 15 en el Refugio, al tiempo que las restantes 19 recibirán otras alternativas”, informó Fleitas.
El referente del Mides detalló que se apoyan en tres posibilidades y tal como ocurre en la zona metropolitana, la sede central del ministerio “coordina con el Batallón, donde se les brinda alojamiento y comida u otras opciones como clubes o gimnasios que requerirán de un equipamiento extra que hoy no tenemos. En este caso, cuando se registren fríos intensos, el trabajo se realizará en forma conjunta con los comités de emergencia que cuentan con colchones o frazadas en depósito”. Fleitas reconoció que además “se instrumentará un plan para que estas personas vulnerables retornen a sus lugares de origen en coordinación con las áreas sociales de la Intendencia y del Mides que se contactarían con sus familias para plantearle la situación en la que vive esa persona. El personal del refugio ha testimoniado que en su trabajo de restablecer vínculos, en más de un caso les han transmitido que no quieren volver a verlo y prefieren enviarle dinero para que continúe en el lugar. Incluso, hemos constatado el año pasado que varias familias en el afán de desprenderse del problema, le pagan el pasaje para que hagan una rehabilitación y desconocen las condiciones en las que se encuentran”.
Consultado acerca de algunos casos de adultos mayores, Fleitas sostuvo que “el equipo muchas veces no tiene recursos ni capacitación en áreas de la salud para atender a personas que no son autoválidas y eso ha sido motivo de un intercambio entre la Intendencia, ASSE y el Mides. Nos ha pasado con personas que salen con el alta médica y no se encuentran en condiciones de valerse por sí mismas. También nos ocurre con pacientes psiquiátricos que finalizaron su etapa aguda pero que necesitan seguir tomando una medicación”.
En ese marco, según el coordinador “se entiende que haya resistencias a sobrecargarse aún más. Además, está claro que la Policía no se encuentra en condiciones de hacerse cargo. Imaginemos la situación de las 35 personas que se encuentran en la calle y que no todas piden concurrir al Refugio, sino que hay una responsabilidad en el sentido de que no pueden estar a la intemperie”.
En tal sentido, Fleitas remarcó que “esta responsabilidad se debe promover como sociedad para cuestionarnos qué oportunidades les damos, porque son personas que emergieron de familias, por tanto, tienen una responsabilidad compartida”.
En el Refugio, cuya capacidad es limitada, “han tenido que priorizar y en invierno se ha decidido por madres con hijos a cargo”, mientras continúan recibiendo derivaciones de la Unidad de Violencia Doméstica. “Las derivaciones de jueces de otras ciudades hemos tratado de disminuirla, no obstante, no hay en la región un refugio que funcione 24 horas, como el caso de Paysandú”, dijo Fleitas.
Plan Invierno
La supervisora del Refugio, Mariela Correa, informó que los usuarios se atienden bajo un protocolo y consignó que recibirán a 15 más, en el marco del Plan Invierno. No obstante, resaltó la necesidad del trabajo conjunto de las fuerzas vivas “para lograr una buena atención y saber por qué se encuentran allí”.
Correa detalló que los adultos mayores alojados en el refugio “son conocidos en la zona y se trata de mejorar su condición. A otros se les tramitan sus documentos y pensiones en el BPS, pero es una población difícil que se va de mañana y vuelve en la noche. Por eso, cuando no hay cupos se debe planificar entre todas las instituciones porque el refugio es una casa que tiene dos baños”.
La referente destacó que “en mayo pasado se atendieron a un total de 86 personas en situación de calle, por tanto, siempre estuvimos sobrepasados de cupos”. Correa aseguró que al menos unas cincuenta personas se encuentran deambulando y solo 35 lograron entrevistarse con la policía, “porque los demás se esconden”. En coincidencia con Fleitas, destacó que institucionalmente se encargan de los ingresos, pero no cuentan con una capacitación específica que les permita tratar a una persona bajo los efectos de sustancias y en el caso de los ancianos “le insistimos que se queden y solo lo logramos con dos”. Además recordó que la residencia es transitoria, “de tres a seis meses, salvo el caso de una madre que se encuentra construyendo su vivienda y decidimos acompañar su proyecto de vida por un año”. Reconoció que “hay usuarios que colaboran con personas que atraviesan problemas crónicos”, además de contar con personal durante 24 horas. Correa consignó que “para no tener problemas con la Policía que trae a personas en vulnerabilidad, lo ingreso igual. Pero quiero saber si acá en Paysandú hay otros lugares que lo reciban y si se manejan diferentes opciones sabemos que institucionalmente deberán poner más funcionarios a trabajar”. De hecho, ejemplificó que anoche recibió a una madre con cuatro hijos, derivados por Violencia Doméstica “y tuvimos que hacer un espacio en el dormitorio de las damas”.
Correa solicitó la colaboración de la población en donaciones de ropa, almohadas, frazadas, sábanas o colchones para cubrir las necesidades de los alojados e informó que el equipo interinstitucional se reunirá nuevamente el lunes a las 14.