Deportes | 02 Jun Uruguay afina detalles de cara a una nueva presencia mundialista, la de Brasil 2014, por demás especial teniendo en cuenta que la Celeste volverá a la tierra en la que logró gestar la máxima hazaña del fútbol universal, el Maracanazo, al derrotar a Brasil en el Mundial de 1950 para lograr, contra todos los pronósticos, con su segundo título mundial.
Los orientados por Oscar Tabárez intentan escribir su propia historia, más allá del reconocimiento y del respeto por lo que lograron los liderados por el capitán Obdulio Varela, y que seguramente será imposible de repetir teniendo en cuenta las circunstancias. Pero más allá de todo, nadie les impide soñar.
La Celeste llega con crédito sobre sus espaldas. Con el mismo cuerpo técnico liderado por Oscar Tabárez, que comienza con este Mundial de 2014 a cerrar su segundo y exitoso ciclo al frente de la selección mayor. Con 15 de los 23 jugadores que repiten la experiencia mundialista tras haber estado en Sudáfrica 2010, torneo en el que la Celeste volvió a estar en boca de todo el mundo, sorprendiendo a propios y extraños al lograr el cuarto puesto tras ir subiendo escalones cuando, al igual que para 2014, el mundo catalogó como el Grupo de la Muerte al que le tocó en suerte a Uruguay.
Ocho son las caras nuevas con respecto al Mundial anterior, pero no por eso son desconocidas para los hinchas, teniendo en cuenta que el técnico tuvo en cuenta a estos futbolistas a lo largo de la Copa América 2011 festejada por Uruguay, las complicadas eliminatorias y también en la Copa de las Confederaciones.
Tabárez, como era de esperar, no incluyó sorpresas. Optó por la memoria colectiva, la misma a la que apeló desde el Mundial de Sudáfrica a esta parte, sumando algunas pocas piezas en las competencias que debieron afrontarse de ahí en más.
Ya pasaron cuatro años, pero la base del equipo es la misma, con algún retoque en cuanto a nombres, pero siempre en base a lo trabajado, lo que permite al plantel tener en claro lo que se pretende, y al hincha saber casi a ciencia cierta qué se puede esperar en la cancha ante tal o cual rival, y cuáles pueden ser los 11 futbolistas que pueden estar en el terreno.
Ese es, como contrapartida, el dilema que tendrá que solucionar Tabárez dado que, en este mundo globalizado, la memoria no solo está fresca por parte del plantel y de los hinchas, sino también de los rivales. Y, en ese aspecto, el técnico deberá encontrar las variantes para poder sorprender a aquellos seleccionados que salgan a la cancha con la receta celeste aprendida de memoria.
Al menos para el primer partido, más allá de que lógicamente no existen certezas, Uruguay no tendrá a Luis Suárez como abanderado en el ataque, lo que significa una baja más que importante teniendo en cuenta el momento del futbolista del Liverpool.
Pero, como contrapartida, no será la primera vez que la Celeste deba jugarse la ropa sin el goleador histórico de Uruguay, sabiendo que ha sorteado paradas complicadas sin los goles del “Pistolero”, que asegura que llegará en condiciones a la cita, y que hoy iniciará su recuperación en el Complejo “Uruguay Celeste”.
La selección comenzó la cuenta regresiva. El viaje a Brasil está a la vuelta de la esquina. Y ese avión será empujado por más de tres millones de hinchas.