Rurales | 07 Jun La buena crianza y recría de las vaquillonas van a mejorar “sustancialmente” el ingreso de dinero de los tambos, debido a “la mayor venta de animales excedentes, o al mayor crecimiento de nuestros rodeos, asegurando el aumento de producción de los tambos”, dijo en el marco de las 42ª Jornadas Uruguayas de Buiatría, el médico veterinario argentino Hernán Ré.
Proveniente de la profesión liberal, el técnico señaló que “es unos de los temas, de mayor relevancia económica dentro de los tambos, porque la recría de vaquillonas en general fue una categoría algo olvidada por los productores y los técnicos, a tal punto, que muchas veces se las llama las categorías improductivas”.
“Si fuera así ¿para que las hacemos?”, se pregunta el profesional que disertó en el simposio de Producción de Leche en el salón Egeo. “Vale la pena pensar de manera diferente, ya que es una categoría donde no pusimos nuestro pensamiento como parte importante del negocio del tambo”.
Sostiene que la eficiencia dentro de la recría “es tener buenos indicadores técnicos y económicos”. En general, “a los tambos le cuesta mucho tener capacidad de crecimiento con su propia reposición. Esto se debe a diversos factores que lo limitan, uno de ello es la eficiencia en la recría de vaquillonas”.
También aclaró que una recría ineficiente “hace perder buena capacidad de producción de leche a nuestras vaquillonas, y este efecto dura hasta la segunda lactancia. Y esto es importante porque las vaquillonas en producción pueden ser en general entre el 30-40% de nuestro rodeo. Si tenemos magros resultados productivos en nuestras vaquillonas de primera lactancia, es difícil por ende, tener buenas producciones en los tambos. Por lo tanto podemos inferir que gran parte del éxito productivo de nuestro tambo se define en la categoría de recría”.
El avance de los tambos y los cambios en sus sistemas hacen que el sistema de recría “tenga que ir mejorando”, indicó Ré, acotando que es también importante “el ingreso económico dentro de una explotación tambera por la venta de vaquillonas excedentes”.

CRECIMIENTO
El crecimiento de los tambos está definido por 5 ítems bien claros. Y en los últimos años se puede agregar uno muy importante que es el uso del semen sexado. “Es sabido que el hecho de que un tambo tenga malos índices reproductivos, hace que tenga pocas vacas preñadas y por lo tanto menor cantidad de terneras nacidas”.
El uso de semen sexado es importante para el aumento de hembras nacidas. “Si por ejemplo con semen convencional nos nacen 47% de hembras entre vacas y vaquillonas, si utilizamos semen sexado en el primer servicio de todas nuestras vaquillonas, preñamos el 50% de nuestras vaquillonas con semen sexado y resto con semen convencional. El resultado va a ser que tengamos entre un 5% a un 6% de hembras nacidas”, dijo. “Esto es muy importante en el impacto de crecimientos de nuestros rodeos”, subrayó.
Sobre la mortandad al periparto, aquellos nacidos muertos o muertos antes del ingreso a la crianza, dijo que “es un punto donde debemos trabajar”. En general tenemos una gran pérdida de hembras por muertes en el periparto. Un muy buen valor para tener seria por debajo del 7%”.
Sobre la mortandad a la crianza (primeros 60 días de vida), dijo que “es de los indicadores del tambo donde vemos la mayor cantidad de hembras perdidas. Un buen valor de mortandad en crianza debe estar por debajo del 3%. Es un lugar donde debemos prestarle la atención que requiere”. En cuanto a la mortandad en la recría, “en general suelen no ser altas”.
Hizo hincapié en la edad al servicio de las vaquillonas, por lo tanto edad al parto. “Éste es un punto muy interesante”, según Ré. La edad al parto o edad al servicio, “está definido por el desarrollo de nuestras vaquillonas”.

EDAD AL PARTO
“La edad al parto que deberíamos cumplir es de 24-25meses”, manifestó el profesional en su disertación. ¿Por qué? “Son varios los argumentos por los cuales deberíamos trabajar para llegar a lograrlos”, dijo. Uno de ellos es que llegando a tener una edad al parto menor “vamos a tener mayor cantidad de vaquillonas ingresadas a producción por año. Y este valor surge de multiplicar la cantidad de terneras nacidas en un año, y multiplicarlas por 24 (meses óptimo al parto) y dividirla por la cantidad de meses reales en que paren nuestras vaquillonas”. “Este valor nos va a dar el número de vaquillonas ingresadas por año”, sostuvo.

ALIMENTACIÓN
La alimentación de las vaquillonas “es el punto por el cual nos define la edad y el peso al parto de las vaquillonas”, expresó Ré. “Independientemente del sistema en el cual adoptamos para realizar nuestra recría debemos cumplir con ciertos requisitos”.
“Si tomamos por ejemplo la categoría de 8 a 15 meses vemos que el consumo de alimento debe estar entre 5,5 kilos de materia seca por día cuando las terneras tienen 220 kilos y cuando las vaquillonas tienen un peso de 350 kilos el consumo de alimento por día debe ser de 8,2 kilos. Este alimento debe tener un contenido de proteínas del 15% y una concentración de calcio del 0,7%.
“El contenido de FDN puede ser entre el 45-50%. Si vemos esta dieta, puede ser que una pastura mezcla de gramíneas y leguminosa cumpla con estos requisito. Pero en general el problema es que nuestras vaquillonas consumen la cantidad requerida de este forraje. Por lo cual la pastura tiene la calidad pero la cantidad de alimento consumido es la que no llega a cubrir los requerimientos”.
Como regla general las dietas de las vaquillonas deben tener buena concentración de proteínas, medianos niveles de energía, alto contenido de fibra, bajo niveles de NFC (carbohidratos no fibrosos), buen balance de macro y micronerales. “También es importante poder ver la condición corporal de nuestros animales”, señaló el profesional argentino.
“En general nuestras vaquillonas tienen que tener buena ganancias de peso, pero es importante que no estén demasiado gordas. Es por ello que no debemos confundir los sistemas de recría de vaquillonas encerradas con las dietas de animales en feed lot. Las dietas para una recría de vaquillonas son sustancialmente diferentes a una dieta de feed lot. Sobre todo en el contenido de FDN, almidones, y proteína”.