Policiales | 10 Jun Dos de las tres menores en cuya contra pesan denuncias de agresiones --en su mayoría cometidas en forma grupal, en la modalidad de “patota”-- fueron acusadas de un robo cometido en la casa de una vecina del barrio Obreros Unidos, en la tarde de la víspera.
El hurto fue perpetrado en casa de una señora que vive junto a dos hijas menores, cuando la finca permanecía sin moradores. El ilícito quedó al descubierto cuando una de las hijas de la dueña de casa arribó a su domicilio y notó que habían forzado el candado de la puerta de la finca, en donde además funciona una pequeña despensa. A la vez, apreció --junto a otros vecinos-- como dos de las menores denunciadas por las agresiones emprendían la fuga.
Ya con la presencia de la dueña de casa, se solicitó la presencia de la Policía y se radicó la denuncia correspondiente ante la falta de varios efectos desde el interior de la casa.