OPINIÓN

Locales | 08 Jun Errar es humano
Por medio de este prestigioso medio de prensa quiero aclarar aberrantes insultos que han dirigido hacia mi persona. Como es de público conocimiento, fui la persona que cargó en sus espaldas el juicio de remate a un ícono de la ciudad, como lo es el Club Paysandú, junto a un grupo de compañeros que entendieron al igual que yo, que no podíamos permitir que esto sucediera. Pero es lamentable que personas que se creen tremendos periodistas, llegaran a decir por un medio radial que poco menos que yo era una inescrupulosa, que le había hecho un mal horroroso al querido Club Atlético Litoral, del cual siempre fui hincha. Sí, es cierto, se cometió un error: el día 14 de mayo me llama el empleado de turno del club, y me dice ‘Amanda tenemos un problema’; Si qué pasa ¡y me dice que alquilamos el club dos veces! ¿¡Cómo!?, contesté yo, ¿y cómo sucedió? Resulta que una señora de Porvenir lo tenía alquilado desde hacía un año, y como por nuestro Club habían pasado varios empleados en el término de ese año, alguno de turno no anotó la reserva. Por otra parte, hace tres meses lo pidió el Club Litoral, para hacer una cena bailable y de esta manera recaudar fondos para la institución. Cuando les piden $12.800, les pareció mucho, por lo cual me llaman a mí y me piden rebaja. Como se trataba de un club amigo, accedo y les dejamos el alquiler en $ 9.000 y de esta manera ellos ganaban un poco más. Pero cuando me doy cuenta de este desastre creí que me daba un ataque. Salí como loca a buscar otro lugar para el club Litoral, pero como la fecha estaba encima no había nada disponible. Ahí es cuando me pongo en contacto con la gente del club, y les ofrezco que eligieran otra fecha porque ellos sacando un aviso podían posponer la cena, lo cual los del cumpleaños de 15 no lo podían hacer, y además ellos lo tenían primero. La gente de Litoral accedió gustosamente dado que tenían pocos tiques vendidos, y además yo seguía colaborando con la institución, dado que les dije que con los $ 4.500 pesos que ya habían entregado quedaba pago el club. Esto no lo dijo el señor periodista cuando me difamó tirándome todo el excremento que le vino a la boca. También me entero que en otra radio se habían acordado de mí de la misma manera, o parecido. Es lamentable que personas de este medio con edad avanzada, cometan estas injusticias con personas que lo único que hacen es luchar por lo que creen importante. El Club Paysandú no es de mi propiedad, es todos los sanduceros bien nacidos, digo bien, porque todos deberíamos velar por las cosas que otros crearon con tanto esmero. Seguramente yo estoy equivocada al luchar por las cosas de este solar con tanta historia. Lamentablemente la gente piensa más en el rating que tienen ese día cuando está descalificando al que hace las cosas de la mejor manera, o como puede. O a lo mejor por el hecho de ser mujer. Ahí entramos en la discriminación. Señor director adolezco de un gran defecto: luchar y luchar.
Amanda Gómez Zapata