Deportes | 09 Jun Fue la diferencia que le dio el triunfo a Estudiantil sobre Independiente por escaso margen. Todo lo que valen dos goles, los capitalizó el local y los sufrió la visita que, pese a tener la pelota y ser el que más propuso, se hundió entre su ineficacia ofensiva y el mérito de la defensa estudiosa en un emotivo partido. Comenzó con una chance para Acosta que mandó apenas afuera, ya como muestra de lo que sería el partido, pero nadie contaba con Moreira, que recibió de Dávila y se anticipó para marcar la apertura. En la recarga, cayó Cairabú en el área estudiosa, en dudosa jugada. Comenzó el momento de los rojos, que adelantaron líneas, ganaron balones en el medio y generaron un par de situaciones, en las que pudieron alcanzar el empate.
Estudiantil equilibró el juego. De ahí al final, entre la ansiedad por alcanzar el empate, los marcados errores en la definición de Suárez y Acosta, y las manos de Bottino, se concretó la ventaja parcial del local. Y pagó caro el rojo, porque al minuto del complemento, Dávila, de buena labor, llegó solo para definir abajo poniendo el segundo. Se repitió el panorama del primer tiempo, Independiente sumó gente en ofensiva, Acosta abrió la cancha y se reiteraron situaciones en el área estudiosa que no supieron definir los delanteros visitantes, sumado a un muy buen cierre de Bottino ante Suárez que llegaba solo a definir. Acosta, que había desviado desde muy buena posición, se encargó del descuento a 10’ del final cuando hubo un choque en el área del local, pero no le alcanzó.
Marcos Josuhé