Locales | 08 Jun Niños de la Escuela Nº 2 “José Gervasio Artigas”, frente a la plaza “José Pedro Varela”, enterraron una “cápsula del tiempo”, que será abierta en mayo de 2017. La iniciativa provino de Nelly Peralta, madre del alumno de 3º año Renzo López. La iniciativa fue luego trasladada a la maestra de ese grupo, Bettina Castaño y a la directora Adriana Cabillón. En el marco de las actividades de la Semana del Libro --el 26 de mayo fue el Día del Libro, en homenaje al 26 de mayo de 1816, cuando se inauguró la Biblioteca Nacional--, se definió el acto y el contenido de la cápsula, donde se incluyeron pensamientos de los alumnos y el libro de cuentos colectivo “Un viaje en el tiempo”.
“Nos llena de orgullo y de emoción”, dijo la maestra directora. Contó que el proyecto “nace de una mamá que trajo una propuesta a la escuela a partir de su preocupación por la falta de lectura de los niños y lo poco que se lee en casa”.
Nelly Peralta, por su parte, explicó que “con Renzo (su hijo), cuando visitamos algún lugar, hacemos esto en pequeño. Con un pensamiento que él escribe o un dibujo, que colocamos en una botella y la dejamos en el lugar”. Aseguró que “cuando lo hicimos por última vez a él se le ocurrió hacerlo en la escuela. Y así fue como trasladamos la idea, que fue aceptada e impulsada”.
“Queremos que la lectura perdure a través del tiempo y que cuando estos niños sean más grandes, cuando dentro de tres años estén en sexto año, se abra nuevamente la cápsula y así van a poder compartir su contenido con los compañeros”.
Los niños de sexto año también colaboraron con aportes para la “cápsula del tiempo” que fue enterrada en la propia plaza “José Pedro Varela”. Los niños Renzo López, Guadalupe Martínez, Abril Mary y Santiago Castillo, expusieron también detalles del proyecto.
El concepto de la “cápsula del tiempo” proviene del fondo de la historia. Pero el primer intento moderno se establece en 1936, con La Cripta de la Civilización, cuya apertura se programó para 8113. Está ubicada en la Universidad de Oglethorpe en Brookhaven, Georgia, Estados Unidos. Años después, en 1939, durante la Exposición Universal de Nueva York, se enterró una “cápsula del tiempo”, de 363 kilos de pesos y un diámetro interior de 16 centímetros. Será abierta en 6.939.
En 2009, cerca de la Plaza de las Cortes de Madrid se descubrió una caja de cobre de 1835. En ella se encontraron cuatro tomos del año 1819 del Quijote, un libro de la vida de Miguel de Cervantes y otras publicaciones. Existe una Sociedad Internacional de las Cápsulas del Tiempo, que tiene sede en Atlanta. La misma calcula entre 10.000 y 15.000 las “cápsulas del tiempo” en todo el mundo.