Locales | 16 Jun Nuestro fotógrafo estaba haciendo su tarea en Casa Blanca, cuando el paso de un automóvil le llamó la atención. Era un doble phaeton, pintado en rojo, aunque más bien colorado, con los guardabarros negros.
El auto circulaba sin capota, y no se precisó mucho para saber que se trataba de un tradicional Ford modelo A producido en 1928, cosa que se pudo certificar luego con personas allegadas al lugar donde se detuvo el automóvil.
Y por cierto este Ford A es una de las 4.320.446 unidades producidas entre 1927, año en que salió el primero, y 1931, año en que cesó su fabricación. Un cuatro puertas, con la rueda auxiliar en la parte posterior de la carrocería, el cual fue objeto de algunas refacciones, según nos dijeron, fue acondicionado y se le ve transitar por las calles y la zona de Casa Blanca.
Un auto sobre el cual se detienen las miradas de los turistas, los cuales aprovechan para fotografiarlo, o tomarlo como referente y sacarse una foto junto a él. El modelo A, segundo gran éxito consecutivo de la Ford luego que culminara el ciclo del mítico modelo T, fue exportado en buen número a nuestro país, y Paysandú recibió varios en aquellos años en que Ford y Chevrolet copaban el mercado por estas tierras. Un auto robusto, con el rendidor motor de cuatro cilindros, fabricado en distintas versiones de carrocerías, cerrado, abierto con capota, dos y cuatro puertas, y otras variantes. La fortaleza del chasis y de la propia estructura, más las reconocidas bondades de su planta motriz, han determinado que este Ford A, y muchos más, pudieran llegar enteros y circulando hasta nuestros días.
Y, por otra parte, se constituyen en motivo de admiración para turistas de otros países, donde, por supuesto, se hace muy difícil poder observar hoy día autos de este tipo, más allá de museos o colecciones privadas.