Deportes | 20 Jun Escenario: Estadio Arena Corinthians de San Pablo. Árbitros: Carlos Velasco Carballo, Roberto Alonso Fernández y Juan Yuste (España).
Uruguay: Fernando Muslera, Martín Cáceres, José María Giménez, Diego Godín, Alvaro Pereira, Alvaro González (79’ Jorge Fucile), Egidio Arévalo Ríos, Nicolás Lodeiro (66’ Christian Stuani), Cristian Rodríguez, Luis Suárez (88’ Sebastián Coates) y Edinson Cavani. DT: Oscar Tabárez.
Inglaterra: Joe Hart, Glen Johnson, Gary Cahill, Phil Jagielka, Leighton Baines, Steven Gerrard, Jordan Henderson (87’ Rickie Lambert), Raheem Sterling (64’ Ross Barkley), Danny Welbeck (71’ Adam Lallana), Wayne Rooney y Daniel Sturridge. DT: Roy Hodgson. Goles: 39’ Luis Suárez, 75’ Wayne Rooney, 85’ Luis Suárez. Amonestados: Diego Godín (U); Steven Gerrard (I).

El ánimo cambió. Ahora la historia es otra. Pero más allá de que la victoria 2 a 1 ante Inglaterra permitió a Uruguay respirar, dejar atrás la pálida imagen en la derrota del debut ante Costa Rica y mirar con optimismo lo que viene pensando en la clasificación a los octavos de final del Mundial de Brasil, el sentimiento de 3 millones de uruguayos es el mismo: la Celeste cumplió, tuvo la actitud que se reclamó en aquel primer partido para el olvido, y de yapa tuvo el premio de quedarse con un triunfo trascendente.
Se terminaron los fantasmas y se le ganó en un Mundial a una selección europea después de 44 años. Y se le ganó en el momento justo, porque era el partido a ganar. Era a matar o morir.
Uruguay planificó de la mejor manera el compromiso, aunque eso no evitó el sufrimiento que no debe faltar previo a cada alegría que pueda dar la Celeste.
Esta vez hubo sacrificio en todos lados. Los futbolistas se multiplicaron para cerrar los circuitos del rival, que fueron anulados durante gran parte del partido. ¡Si hasta Cavani largó la ropa de goleador para ser una sombra de Gerrard! ¡Si “Palito” Pereira estuvo al borde del nocaut por un rodillazo en la cabeza sin intención Sterling y fue imposible sacar al moreno de la cancha pese a que el médico celeste pedía el cambio!
Y de yapa estaba Suárez. Ese delantero insoportable, que estuvo cerca de perderse el Mundial, al que los ingleses temían en lo previo y, quedó demostrado, con gran razón.
Porque más allá de que definitivamente parece ser cierto que más allá de que en las complicadas aparece Uruguay, también lo es que una cosa es la Celeste con Suárez y otra sin él.
Ayer, los ingleses lo sufrieron por partida doble. Primero con un cabezazo impecable en el área tras recibir el centro perfecto de Cavani, luego de que el propio Suárez tocara para Lodeiro, que la peleó para abrir para el delantero del PSG.
Y después sobre el final, cuando un saque largo de Muslera fue rechazado para atrás por un inglés, lo que permitió que el “Pistolero” picara a toda velocidad para fusilar al golero rival, sin importarle que las piernas no le daban más hacía rato.
Esta vez cambió todo, más allá del resultado. La imagen fue otra. La Celeste no tuvo la pelota, pero dio sensación de seguridad más allá de algunas vacilaciones por la derecha, que no se pudieron controlar pese a los cambios.
Inglaterra quiso, pero no pudo más allá de que Rooney mandó la pelota al travesaño antes del primer gol celeste, y de que el propio delantero inglés marcara la igualdad tras un error defensivo de Uruguay.
Esta vez se intentó jugar cuando se tuvo la pelota, y al comenzar el segundo tiempo se pudo liquidar a los ingleses, a los que luego se les cedió terreno.
Pero Muslera tuvo una gran tarde, y se respondió en todas las líneas con los dientes apretados, y con fútbol cuando se pudo.
La historia fue otra. La cara fue diferente. Y 3 millones esperan que sea la misma a mostrar ante Italia, el martes, se pueda o no sellar la clasificación.