Paysandú, Lunes 23 de Junio de 2014
Rurales | 22 Jun La doctora Cecilia Cajarville, del departamento de nutrición de Facultad de Veterinaria, señaló a EL TELEGRAFO que “los ensilajes de pasturas de alta calidad son una asignatura pendiente en el camino de intensificación de los sistema lecheros”.
La profesional sostuvo que “se pronostica un crecimiento importante de los ensilajes de pradera, alfalfa y verdeos de invierno. Dados los actuales niveles de productividad de la lechería, a lo que agregamos el costo creciente del material original y del proceso de elaboración, este incremento se dará obligatoriamente con una mejora paralela en la calidad de dichos ensilajes”.
Entiende que el desafío de manejar la conservación de un material vegetal de alto valor nutritivo “en condiciones de alta humedad a través de un proceso de fermentación controlada no es menor”. Existen sin embargo, “herramientas biotecnológicas, que utilizadas en conjunto garantizan la obtención de un producto final de calidad y los técnicos que trabajan en producción animal deben manejarlas con solvencia”, dijo.
Consideró que el proceso de intensificación de la producción lechera ocurrido en nuestro país en los últimos años, “se ha acompañado por un aumento sostenido de la producción vaca por hectárea, en forma concomitante al incremento del consumo por vaca. Este crecimiento no se explica por un aumento en la producción de pasturas, que no ha evolucionado en forma acorde, sino que obedece básicamente al agregado de concentrados y reservas forrajeras, especialmente ensilajes, en la dieta”.
Es así, que las reservas forrajeras, que representaban tradicionalmente poco más del 20% de la dieta de las vacas “hoy constituyen casi la tercera parte de los alimentos ingeridos, que como se mencionó, han aumentado en cantidad por animal. En este contexto, los ensilajes han pasado de ser un recurso utilizado en momentos de escasez, a convertirse en un componente estructural de las dietas. Por esta razón, para lograr altas producciones es cada vez más importante que los ensilajes se constituyan en un alimento de alta calidad”.
A diferencia de lo ocurrido con los ensilajes elaborados con cultivos de verano como el maíz o el sorgo, Cajarville sostiene que “es muy poco el avance observable en relación a calidad de las reservas elaboradas con pasturas o cultivos de invierno”. “Para este tipo de alimentos en nuestro país se comunican valores nutricionales muy bajos en cuanto al aporte de energía y de proteína y ésta puede ser una de las razones de su baja utilización en los predios. Menos del 7% del total de las reservas forrajeras de los predios lecheros corresponde a ensilajes y/o henilajes de praderas”.
Explicó que “este tipo de forraje posee características que los hacen diferentes a los anteriores a la hora de ensilar. Este material tiene por objetivo revisar algunos aspectos claves del proceso de ensilaje que pueden ser importantes a considerar a la hora de elaborar reservas a base de pasturas o cultivos de invierno”.
En este sentido, y en primer lugar, “debemos recordar que la calidad de cualquier ensilado depende básicamente de dos factores: 1) el valor nutritivo del forraje original, que está determinado por las especies predominantes en el cultivo, y sobre todo por el estado de maduración y 2) de la conservación, lo cual implica la existencia de un proceso de fermentación controlado y las condiciones de almacenamiento posteriores adecuadas”.
PROCESO Y ADITIVOS
El ensilaje consiste en la conservación del forraje en forma húmeda por fermentación. Esta se produce gracias a determinados microorganismos que se encuentran latentes en el forraje y producen ácidos orgánicos a partir de sus azúcares. Estos ácidos son responsables de la disminución de pH, mecanismo por el cual se conserva el material.
En tanto los aditivos para ensilar “son sustancias que se agregan en pequeñas cantidades al forraje en el momento de la elaboración del silo con el objetivo de mejorar el proceso fermentativo o facilitar la conservación y constituyen una herramienta muy útil cuando se trata de mejorar las condiciones de fermentación de ensilajes como los que se describieron en el ítem anterior”.
De todas formas, Cajarville subrayó que “es importante tener en cuenta que, dependiendo de la situación, el aditivo seleccionado puede tener mayor o menor efectividad”. Al referirse a las características principales de los distintos aditivos, dijo que “clásicamente los clasificamos en estimulantes de la fermentación (inoculantes microbianos, enzimas y sustratos) y en inhibidores de la fermentación (ácidos orgánicos y otros)”.
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