Paysandú, Martes 24 de Junio de 2014
Rurales | 19 Jun Diversos factores inciden en la castración de terneros, pero en tiempos donde el bienestar animal es importante para nuestro sector ganadero, una correcta utilización de esta herramienta, permitirá mejores resultados, aunque la recomendación principal, es que la castración sea realizada cuanto antes en la vida del animal, independientemente del método a utilizar.
La ingeniera agrónoma Marcia del Campo, integrante del Programa Nacional de Carne y Lana del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), regional Tacuarembó, sostuvo en el marco de las recientes Jornadas Uruguayas de Buiatría, que “las diferencias entre métodos de castración en cuanto a la respuesta de estrés que provocan, son menores, cuanto menor es el animal”.
Entiende que “la goma sería una herramienta válida para terneros castrados pequeños y no se debe utilizar en terneros de mayor edad”, acotando que “la utilización de productos atenuantes del dolor presenta una mayor respuesta, en terneros de más edad”.
La anestesia local “disminuye el dolor en las primeras horas post castración”. Sin embargo, “es evidente que provoca incomodidad, principalmente en terneros pequeños. Esto sumado a la poca practicidad de su uso, tiempo insumido, etcétera, pondría en tela de juicio su utilización en nuestras condiciones de producción en terneros de hasta un mes de edad”.
Dijo además, que “la anestesia local se recomienda si la castración se realiza en terneros de más de un mes de edad”.
La castración a cuchillo tradicional “provoca dolor en los animales, independientemente de la edad. Ésto nos indica que a pesar de que la respuesta de estrés es menor en los terneros recién nacidos, el sufrimiento es evidente y por tanto deberían utilizarse productos para evitarlo. Se recomienda la aplicación de mitigantes de dolor unos minutos previos a la cirugía”
Del Campo acotó que “habiéndose comprobado que el dolor se extiende al menos hasta el mes luego de efectuada la castración, en caso de que se haga con terneros de 6 meses, se recomienda la aplicación de productos mitigantes del dolor, durante al menos las primeras semanas post castración”.
HERRAMIENTAS
Para la profesional, “la pinza de Burdizzo puede ser una herramienta adecuada para castrar terneros de 7 meses. Según los indicadores evaluados y su posterior integración, éste sería el método que causaría una menor respuesta de estrés en terneros de esa edad”.
De todas formas, “el mismo también ocasiona un proceso inflamatorio, por lo cual se supone que ocasiona aunque en menor medida, una respuesta dolorosa que debería atenderse. La realización de la misma por un operario con experiencia es clave para que los animales queden efectivamente castrados”.
A través de la integración de indicadores, “es posible asegurar que todos los demás métodos de castración utilizados provocaron una respuesta de estrés y dolor relevante en los terneros castrados con 6/7 meses de edad”.
El uso del cuchillo en forma tradicional no solamente provoca dolor agudo, sino que éste se extiende mucho más allá de los primeros 3 días post castración, pudiendo llegar hasta los 28 días o más, en base a algunos indicadores.
El uso del Emasculador no disminuye el estrés o dolor provocado por la cirugía, ni mejora la evolución posterior del sitio del corte.
“La utilización de anestesia local disminuye la sensación de dolor al momento del corte y durante el primer día luego de la castración”, sostiene Del Campo. De todas formas, la evidencia muestra que el dolor post cirugía continúa muchos más allá de las primeras 24 horas cuando se utiliza el cuchillo (aunque se utilice analgesia, antiflamatorio).
Por otra parte, la utilización de anestesia local genera una sensación de incomodidad claramente manifestada también por estos animales de mayor edad, pero al no evidenciarse complicaciones en la resolución del sitio de corte, su utilización es recomendada en terneros castrados con 6 o 7 meses de edad.
La utilización de analgesia minimizaría el dolor durante las primeras horas post castración, pero y tal como mencioné previamente, el dolor post cirugía continúa mucho más allá de las primeras 24 horas cuando se utiliza el cuchillo.
“La respuesta a la aplicación de antiiflamatorios no es clara”, precisa Del Campo, “con efectos positivos y negativos en los diferentes años, especialmente en lo que tiene que ver con la resolución de la herida/sitio del corte”. Indicó que “la castración con goma provoca incomodidad en forma inmediata a la castración, pero se destaca que la sensación dolorosa es evidente durante al menos 2 meses, con una situación crítica a partir del momento de corte de piel y caída de testículo y con dificultades en la resolución de la herida. La utilización de la goma no se recomienda en terneros de esta edad”.
SENSIBILIZACIÓN
La sensibilización sobre el Bienestar Animal (BA) se ha consolidado especialmente en los países desarrollados, “constituyéndose en un importante elemento de presión para el sector ganadero. Las exigencias de los consumidores de esos países de mayor poder adquisitivo, marcan la dirección de la producción y determinan las características de los productos y los procesos en países exportadores como Uruguay”.
Estos mercados, en forma creciente “utilizan como base la información con garantías de sólida base científica, que certifica la calidad tanto intrínseca como extrínseca del producto y los procesos en que éstos fueron generados. Es así que nuestro desafío como país exportador, además de considerar el aspecto ético, será el de generar información que permita conocer y demostrar científicamente los atributos y limitantes de nuestros sistemas de producción”.
Los sistemas de producción extensivos a cielo abierto están posicionados favorablemente en varios aspectos relativos al BA, especialmente en lo que tiene que ver con las expresión de los comportamientos naturales en los animales. Sin embargo, existen amenazas reales asociadas a esas características. Entre ellas se encuentra la posible subalimentación y/o subnutrición debida a la estacionalidad de la producción de forraje, la inadecuada relación entre la carga animal y el forraje disponible y/o a la deficiencia de ciertos minerales esenciales y elementos traza en las pasturas. En los sistemas extensivos, la supervisión que existe por parte del hombre no es tan frecuente como en la producción intensiva, por lo que podría existir un mayor riesgo de que los animales padezcan enfermedades, lesiones, muerte, o que no se detecten estos problemas a tiempo.
Otro factor diferencial en los sistemas extensivos mencionado por la ingeniera Del Campo, “es la presencia de predadores en ciertas regiones (principalmente en ovinos), lo cual se ve agravado por la carencia de vigilancia constante ya sea debido al sistema de manejo, a factores topográficos, lejanía, costos u otros”.
“La exposición a situaciones climáticas adversas, la frecuente carencia de abrigo y sombra, algunas prácticas de manejo tradicionales (descorne, castración, señalada y esquila en ovinos, marcación u otros), la alta mortandad neonatal en ovinos, así como el manejo en general (agresividad, violencia innecesaria y el mal uso del perro), irían en detrimento del bienestar de los animales, en la medida en que no se optimicen”.
La profesional dijo que “las señales que hoy estamos recibiendo nos dicen claramente que algunas de estas amenazas pueden llegar a ser una barrera de acceso a ciertos mercados en el corto y mediano plazo. En este sentido, creemos que algunas de estas prácticas tales como la castración y las condiciones en que esta práctica se realiza actualmente en el país, deberían ser evaluadas”.
La castración o eliminación de las gónadas, se realiza en nuestra realidad productiva con el objetivo de anular las facultades de la reproducción y la acción de las hormonas sexuales, reducir la agresividad, mejorar el control de la reproducción, gestionar la selección genética y para satisfacer las preferencias de los consumidores en relación con el sabor y la terneza de la carne.
Los métodos y la edad a la que se realiza esta práctica son factores fundamentales en cuanto a la respuesta de estrés del animal y también de su perfomance. Entre los métodos incruentos se destacan las Bandas de goma, la Pinza emasculadora o de Burdizzo y la Inmunocastración. Existe consenso a nivel internacional en que la respuesta de estrés de terneros castrados con diferentes métodos, se minimizan o son inexistentes, cuanto menor es el animal y que sea cual sea el método utilizado, será menos estresante a menor edad del animal.
Basados en dicha información científica y pensando en minimizar las pérdidas de peso ocasionadas por la práctica, diferentes organismos sugieren su realización al momento del nacimiento o poco después del mismo y antes de los 2 o 3 meses de edad. Explicó que la castración de terneros en Uruguay se realiza tradicionalmente a los 6-7 meses de edad del animal, durante el tiempo frío invernal (mayo a julio) y a cuchillo, sin uso de anestésicos ni productos paliativos del dolor y en muchos casos por el peón de campo.
La castración en esta época tiene como ventaja la prevensión de miasis, pero a su vez tiene como principal desventaja, el mayor estrés y sufrimiento provocados al animal (más edad). Por otra parte, la práctica del destete suele realizarse en ese mismo momento, y agregado a ello, la disponibilidad de forraje para esos animales es menor durante los meses de invierno. Ésto es de gran importancia, considerando el carácter aditivo que presenta el estrés. No existen datos a nivel nacional sobre el efecto de los diferentes métodos y la edad de la castración en terneros, sobre la respuesta de estrés y el sufrimiento animal. Es por eso que desde el año 2009, el INIA viene realizando experimentos relativos a esta temática”.
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