Deportes | 23 Jun Más allá de que en la conferencia de prensa del día previo dejó en claro que no se afilia a las frases hechas del fútbol, como aquella que reza que “equipo que gana no se toca”, el técnico Oscar Tabárez definió mandar mañana a la cancha, para enfrentar a Italia, a los mismos 11 jugadores que vencieron a Inglaterra.
La selección uruguaya de fútbol se jugará mañana toda su chance de clasificar a los octavos de final del Mundial 2014, y sabe que solo le servirá para ello acceder a una victoria en la calurosa ciudad de Natal. Más claro: o gana o se vuelve a casa.
Ayer, durante el entrenamiento llevado a cabo en el Estadio Arenas do Jacaré de la ciudad de Sete Lagoas, en Belo Horizonte, Tabárez decidió ensayar tácticamente con el equipo que enfrentará a los italianos.
Más allá de que el día anterior había dado a entender que Maxi Pereira podría volver al lateral derecho tras haber cumplido con su fecha de suspensión luego de haber sido expulsado ante Costa Rica en el debut por el Grupo D, y dejó en claro que el futbolista “está en el 100% del ADN de este equipo”, el entrenador decidió aferrarse a aquello de que equipo que gana no se toca.
Diego Lugano seguirá estando ausente dado que no ha superado el dolor en su rodilla izquierda, y Tabárez pretende no renovar piezas en una línea final que anduvo bien ante Inglaterra, que no tuvo demasiados errores, que se aplicó al requerimiento táctico y también tuvo salida por los laterales cuando fue necesario.
Por lo tanto José María Giménez continuará en la zaga junto a Godín, mientras Lugano está permanentemente alentando y aconsejando al juvenil.
En la derecha se moverá Cáceres, mientras que por la izquierda estará nuevamente Álvaro Pereira. Así como Tabárez mandó a cerrarle todos los caminos posibles a Gerrard, el motor futbolístico de Inglaterra, la tarea que tendrán los volantes mañana será la de intentar frenar a otro generador impresionante como lo es Andrea Pirlo.
Por eso es que Álvaro González continuará en la oncena al igual que Nicolás Lodeiro, en un mediocampo que se complementará con Egidio Arévalo Ríos y con Cristian Rodríguez.
Y, en ese cometido especial que tendrán los jugadores celestes, sin olvidarse lógicamente de jugar al fútbol cuando el balón esté en sus pies, es que Cavani volverá a sacrificarse en la marca y recorriendo prácticamente toda la cancha como sucedió ante los ingleses, por lo que arriba estará el olfato goleador de Luis Suárez, que volvió con todo y espera poder repetir su gran y decisiva actuación del partido anterior.
El equipo quedó definido en la mañana de la víspera, y luego la delegación viajó a la ciudad de Natal, donde hoy entrenará en el escenario donde mañana afrontará esa finalísima ante Italia, a la que le sirven dos resultados ya que empatando accederá a la siguiente fase por mejor diferencia de goles que los celestes.
Por eso para Uruguay será cuestión de ganar o ganar. Deberá afrontar el choque como la final que es, sin confiarse por el buen trabajo realizado ante Inglaterra, y tampoco sin contar demasiado con el mal papel italiano ante Costa Rica, porque seguro no se repetirá.