Opinion | 20 Jun Hoy Paysandú es sede de la Ceremonia Oficial por los 250 años del Natalicio de Artigas. Menudo privilegio, desde que en suelo sanducero está la Meseta de Artigas, que desde hace años ha vuelto a ser centro de homenaje y reconocimiento, especialmente a través del anual Encuentro con el Patriarca. Pero además está Purificación, el lugar verdaderamente cargado de historia, capital del Protectorado de los Pueblos Libres y la primera capital de la Banda Oriental, fundada por José Gervasio Artigas en 1815, a orillas del actual arroyo Hervidero y su confluencia con el río Uruguay.
Las principales autoridades, encabezadas por el presidente José Mujica, llegan hoy a Paysandú, en reconocimiento de la trascendencia de la fecha y de la historia. Paysandú ciertamente tiene un lugar privilegiado en la historia artiguista. Fue por nuestro suelo, en un punto cercano al Obelisco, que Artigas ingresó a territorio oriental, antes de su trascendental triunfo en Las Piedras. Bienvenidas pues las principales autoridades nacionales a tierra sanducera, solar donde la historia ha escrito varias páginas cargadas de honor, gloria, coraje y sudor. Bienvenidas pues, porque aquí los sanduceros continuamos el legado, aportando día tras día, sin pausa, un presente de trabajo, una cotidianeidad de esfuerzo.
Bienvenidas también porque los sanduceros esperamos ansiosos conocer de qué manera y cuándo el gobierno nacional finalmente podrá concretar lo prometido en Purificación, su expropiación para levantar allí el gran Parque Nacional que la memoria de Artigas y aquellos gauchos y habitantes originarios merecen.
Sabido es que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) incluyó entre sus lineamientos el ejecutar en 2014 la finalización del proceso de expropiación de Purificación. Pues bien, a mediados de año en que estamos, aun no se conoce cómo se llevará a cabo tan loable propósito, tan esperado objetivo. En el año del ducentésimo quincuagésimo aniversario del natalicio de Artigas, claramente es el mejor momento para concretar el artículo sexto de la Ley 17.631, del año 2003, que ordenó al Poder Ejecutivo la delimitación del predio declarado Monumento Histórico Nacional dentro de los padrones 4980 y 4983, pertenecientes a la estancia “El Hervidero” y la creación del Parque Nacional de Purificación a efectos de que este sitio histórico pueda ser abierto, recorrido y apreciado por todos.
Una investigación arqueológica e histórica realizada por la Facultad de Humanidades, determinó que en esos padrones estuvo la villa de Purificación y el cuartel general de José Gervasio Artigas. A fines de 2011, se dispuso por parte del Poder Ejecutivo que fuera por el mecanismo de declaratoria de urgente ocupación la expropiación del solar donde estuvo enclavada Villa Purificación. Y a la Dirección Nacional de Topografía del Ministerio de Transporte y Obras Públicas le quedó la tarea de llevar adelante esa expropiación.
No puede desconocerse, obviamente, que en ejercicio de su derecho, el propietario del predio inició acciones legales oponiéndose a la expropiación. Pero también es sabido que este tipo de acciones solamente pueden dilatar el procedimiento, pero no impedirlo.
A nivel sanducero, la Junta Departamental, en una sesión extraordinaria realizada en la Meseta de Artigas, en la Casona del Patriarca, votó un decreto donde se declaró de interés departamental la creación del citado parque y apoyo al presidente Mujica para que concrete la expropiación respectiva.
Esto es, tanto a nivel nacional como departamental, las autoridades son contestes en que el lugar donde se levantó la Capital de los Pueblos Libres debe convertirse en el Parque Nacional de Purificación, que además --con el apoyo del gobierno argentino-- se pretende sea declarado Bien Cultural por parte del Mercosur.
Ahora es tiempo de proceder. Felices estamos de todo lo que se ha realizado previamente, más allá que así como el propio Artigas tuvo su peregrinar, la idea de que Purificación sea un espacio de todos también tuvo su peregrinar a lo largo de años y décadas. Pero está hecho. Buena parte está hecho.
Queda hacer lo que lo decidido promueve. La ley está hecha, las resoluciones firmadas, las decisiones tomadas. Pero falta que el Gobierno determine de manera concluyente ejecutar lo que para el MEC es un lineamiento 2014.
Ya no hay espacio ni tiempo para dilaciones. Los hombres tienen sus tiempos y el de José Mujica termina el 1º de marzo del año que viene. Es cierto que la Nación no mide su tiempo en el de los hombres, pero también es inobjetablemente cierto que si esta Administración --que tan decisivos pasos ha dado para realizar lo que otros solamente se atrevieron a soñar-- no concreta la expropiación, entonces probablemente serán necesarios varios años más. No hay dudas, algún día todos podremos visitar el lugar, convertido en parque nacional. Pero si el objetivo está firme, si el MEC lo quiere concretar este año, pues, a por él. Lo merece el país y la memoria de José Gervasio Artigas, cuyo legado siempre recordamos.
Por eso bienvenidas las autoridades nacionales; por eso bienvenido señor Presidente José Mujica, ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, y demás autoridades. Quizás usted, señor Presidente, o usted, señor ministro, sea portador de la noticia que todos esperamos y que bien hablará de sus actos de gobierno.
Bienvenido también, señor Presidente José Mujica, porque los sanduceros seguimos confundidos, sin lograr comprender con claridad y certeza la o las razones por las cuales no ha sido aprobado el proyecto de hotel casino para Paysandú, que iba a levantarse frente a plaza Constitución, lugar neurálgico de la ciudad y pleno de significado histórico también, ya no por la figura de Artigas, sino por la del en vida coronel Leandro Gómez y en la inmortalidad general.
Como se sabe a la licitación se presentó la empresa Muriler S.A., integrada por el empresario argentino Alberto Goitía (70%) y por el empresario uruguayo Mario Macri (30%). La propuesta de este hotel de 4 estrellas y 70 habitaciones tuvo el apoyo de los ministerios de Economía y Finanzas y de Turismo y Deporte, así como de la Intendencia de Paysandú, la Dirección de Casinos del Estado y de los tres diputados sanduceros.
Esto es, señor Presidente José Mujica, desde su gobierno hay un fuerte apoyo. Obviamente también desde el gobierno departamental. Pero tras cumplir con todos los trámites, faltó la frutilla de la torta, faltó ni más ni menos que su firma, sin la cual nada de lo anterior vale.
No hay que ser ingenuos, cierto es. Se sabe que el diputado Jorge Gandini denunció que el empresario argentino estaría involucrado en lavado de activos, con un banco en las Bahamas. Por más necesarias que sean las inversiones, de ninguna manera puede avalarse una que esté manchada por dineros mal habidos.
Pero, lo que mantiene confundidos a los sanduceros es que, si bien el grupo económico detrás del Casino de Corrientes (Alberto Goitía, también vinculado a hipermercados, inversiones inmobiliarias y más) es señalado con el dedo para no aprobar el proyecto de hotel casino en Paysandú, sí se le permitió financiar el hotel y casino de Tacuarembó, que no solamente es la tierra de Carlos Gardel sino que es tan territorio uruguayo como Paysandú.
No tiene lógica, señor Presidente, que lo que está bien en un departamento sea malo en otro. ¿Será por eso que cuando el periodismo pregunta a diferentes niveles de su gobierno las razones por las cuales usted no aprobó el proyecto la respuesta es siempre la misma: “no lo sabemos”? Es realmente complejo siquiera imaginar las razones que usted ha tenido, señor Presidente, desde que el Tribunal de Cuentas no hizo observación ninguna. Tampoco la Unidad de Inteligencia de Asuntos Financieros del Banco Central puso alerta alguno. Por si fuera poco, es muy conocido que los requisitos de los casinos están blindados para el lavado de dinero por las exigencias que tiene de participación bancaria, lo que es también controlado por el Banco Central, porque el depositante tiene que aclarar de dónde saca los fondos.
Con todo esto, queremos imaginar entonces que su firma no está en el documento por un error subsanable, quizás se traspapeló en su Secretaría y nunca llegó efectivamente a sus manos, o tal vez fue mal informado. Pero lo cierto es que el destino de esta importante inversión sigue estando en sus manos.
Por todo esto, señor Presidente José Mujica, muy bienvenido a tierra sanducera. Lo recibimos como siempre, con la mirada franca, la sonrisa a flor de labios y la mano extendida. Lo recibimos con el honor que merece su persona. Y lo recibimos con la ilusión de que en su agenda destine unos momentos para dar al país la gran noticia de cuándo procederá a la expropiación del sitio donde estuvo Purificación, o al menos si podremos pisar “tierra Santa” en un plazo cercano mediante algún acuerdo con el propietario del establecimiento, mientras la burocracia sigue su lento camino; y a Paysandú en particular comunique qué sucederá con el proyecto de hotel casino en el centro de la ciudad. Usted es un hombre que ha dado muchas respuestas. El suelo sanducero lo espera para que conteste también en esta oportunidad.