Deportes | 22 Jun Escenario: Mineirao de Belo Horizonte. Árbitros: Milorad Mazic, Milovan Ristic, Dalibor Djurdjevic (Serbia).
Argentina: Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Federico Fernández, Ezequiel Garay, Marcos Rojo; Fernando Gago, Javier Mascherano, Ángel Di María (92’ Lucas Biglia); Lionel Messi, Gonzalo Higuaín (77’ Rodrigo Palacio), Sergio Agüero (77’ Ezequiel Lavezzi). DT: Alejandro Sabella.
Irán: Alireza Haghighi; Halal Hosseini, Amirhossein Sadeghi, Pejman Montarezi, Mehrdad Pooladi; Ashkan Dejagah (84’ Jahanbakhsh), Andranik Timotian, Javad Nekounam, Ehsan Haji Safi (87’ Alireza Haghighi), Masoud Shojaei (77’ K. Heydari); Reza Ghoochannejad. DT: Carlos Queiroz. Gol: 90’ Lionel Messi. Amonestados: Nekounam (I), Shojaei (I).

Partidos fáciles nunca hay. Los nombres y los esquemas pueden servir para analizar antes de los encuentros, pero la realidad se ve dentro del campo de juego. Argentina volvió a sufrir para vencer 1 a 0 a Irán con un solitario gol de Lionel Messi con el tiempo cumplido, y el seleccionado que dirige Alejandro Sabella no logra ponerse la chapa de candidato.
Es cierto, los iraníes salieron con todo a plantear un esquema ultramente defensivo, con solamente un delantero que corría todas las pelotas. Es más antes del minuto los asiáticos ya habían cometido dos faltas, lo que demuestra que salieron a la cancha a cortar el juego y a presionar..
Y los albicelestes no le encontraron la vuelta, salvo algún remate de Agüero que atajó bien Haghighi y algunos cabezazos de Rojo y Garay que llegaron mediante pelotas quietas. Después de ahí más nada. Los iraníes taparon bien a Messi y no hubo esquema táctico que valga. Con el paso de los minutos Argentina fue empeorando en su juego. El árbitro serbio no cobró un claro penal de Zabaleta sobre Reza a los 10’ del segundo tiempo que pudo haber cambiado las cosas. Luego se vio a una selección argentina malhumorada, sin ideas ya que Messi no aparecía y el juego tampoco. Algunas llegadas de Di María o Agüero pero sin demasiado peligro.
Sobre el final Reza de contragolpe definió de buena manera pero Romero respondió mejor evitando el gol iraní y se iba el partido. Pero Messi es Messi. La agarró afuera del área, enganchó hacia adentro y sacó un zapatazo de pierna izquierda poniéndola contra el palo derecho del arquero. Fue el grito de desahogo, fue el grito de victoria. Argentina volvió a sufrir, volvió a jugar mal, pero Messi le volvió a dar la victoria y la clasificación a octavos.