Paysandú, Sábado 28 de Junio de 2014
Locales | 24 Jun Un bebé prematuro de 950 gramos de peso, con 29 días de edad, nacido tras solo 28 semanas de gestación fue intervenido quirúrgicamente en el CTI de niños del Hospital Regional Salto de una patología cardíaca, informó a EL TELEGRAFO el director del nosocomio, doctor Juan Pablo Cesio.
La operación fue realizada por un equipo del Sanatorio Americano que viajó expresamente a Salto --como ya lo ha hecho otras veces a Paysandú-- encabezado por el cirujano Guillermo Touyá, el anestesista Rafael Veiga y las licenciadas en enfermería Laura Olivera y Paola Sanguinetti, expertas en estas intervenciones como instrumentista y circulante de cirugía cardíaca pediátrica, respectivamente.
La intervención quirúrgica cardíaca se trató del cierre de “ductus arterioso” o “conducto arterioso”, un pequeño vaso que comunica la aorta con la arteria pulmonar. El equipo quirúrgico contó con el apoyo técnico del personal del CTI del Hospital Salto, encabezado por el doctor Luis Pedrozo, quienes además son los encargados de continuar la asistencia del pequeño. También participó en el diagnóstico y posterior control el cardiólogo infantil y ecocardiografista Carlos Pérez, responsable de la Policlínica de Cardiología Infantil del Hospital Salto.
COMO UN FÓSFORO
El médico Guillermo Touyá, cirujano cardiólogo pediátrico y de adultos, dijo a EL TELEGRAFO que “nosotros hemos ido en varias oportunidades, tanto a Salto (el pasado viernes) como a Paysandú, la última vez fue a la mutualista el año pasado con la misma cirugía a un prematuro”. Recordó que en esa oportunidad “el neonatólogo que estaba era Luis Martínez Arroyo, con quien tuve contacto nuevamente hace un mes por otro caso que finalmente no fue necesario operar”. Este tipo de intervenciones “hace mucho tiempo que se realizan en Uruguay, pero no deja de ser una cirugía especializada. Son pacientes prematuros, de bajo peso y son situaciones de riesgo”. Consultado sobre cómo opera un cuerpo tan pequeño y con órganos tan chicos, dijo que “yo utilizo una lupas especiales, que aumentan tres veces y media la imagen”, y comparó el conducto que tuvo que intervenir con “la cabeza de un fósforo, aproximadamente. Nunca hice esa analogía, pero es aproximada”, afirmó. Explicó que “el problema con este ‘tubito’ es que al nacer antes de tiempo, la comunicación queda abierta, porque si hubiera nacido a término esa comunicación que está durante la vida fetal en el útero está abierta y es necesaria, pero después que nace debe estar cerrada. Al mantenerse abierta la comunicación, la sangre que va ya oxigenada para el resto del cuerpo también va para los pulmones por este ‘tubito’ y los pulmones reciben sangre por dos lados, la vía normal, que es la arteria pulmonar, pero también esta segunda vía”. Aclaró que lo define como ‘tubito’ porque no es una arteria ni una vena, es un conducto”.
EXTENSA PREPARACIÓN
La cirugía tomó unos 40 minutos, pero Touyá dijo que “para hacer la cirugía esto requiere una preparación anestésica previa que lleva un tiempo considerable, y una vez terminada la cirugía hay que reacondicionar al paciente”. Normalmente la operación no se hace en el block quirúrgico, sino en las salas de CTI, porque “primero que son cuerpos muy pequeños, además este chiquito estaba ventilado, conectado a una máquina (un respirador) porque los pulmones no funcionaban correctamente. El traslado de un chiquito a un block quirúrgico conlleva un riesgo, y la idea es evitarlos, por eso se opera en el CTI, adonde trasladamos todos los elementos de un block quirúrgico. Tiene que ser un área donde haya espacio y nos permita tener todo el material al lado, como el bisturí eléctrico, la mesa de operaciones y que podamos trabajar alrededor del paciente”.
En cuanto a la luz, que en un block es especial y se utilizan lámparas cialíticas, el doctor Touyá comentó que utiliza “una linterna que va en la frente, y no dependo de la luz. Con este dispositivo de luz led no hay problemas de iluminación”. Destacó que “esta es una cirugía que se puede hacer en cualquier punto del país, no solo en Montevideo, y se ha hecho en otras oportunidades”.
BUENA EVOLUCIÓN
Por su parte, el médico neonatólogo Luis Martínez Arroyo, español radicado en Uruguay hace unos 20 años y que trabaja en Paysandú, dijo a EL TELEGRAFO que “ya se han hecho otras operaciones de cierre del ducto, nosotros hemos tenido tres y hace unos cinco años hicimos la primera”, por lo que “no es novedoso para Paysandú. Se hace con el equipo que viene de Montevideo, en la misma unidad de CTI porque ya no es necesario enviar el paciente a Montevideo, como además los casos de prematuros son muy complejos, el equipo se traslada acá”. Agregó que “también trabaja la cirujana pediátrica Betina Cocchi, que sigue la evolución postoperatoria”.
En cuanto a la evolución de los pacientes sanduceros, Martínez dijo que “todos han tenido una buena evolución postoperatoria, sin problemas. Una de las pequeñas pacientes falleció meses más tarde pero por otro problema, no vinculado a la operación cardíaca”.
Sin embargo, no todas las cirugías cardiológicas pueden hacerse en Paysandú u otros puntos del Interior, ya que “a veces es necesario llevarlos a Montevideo porque puede necesitar un cateterismo o una bomba de circulación (sanguínea) extracorpórea, y eso lo tienen las unidades de cirugía cardíaca de Montevideo. Pero muchas se hacen acá, sobre todo las de los prematuros donde la ventaja de no trasladarlos es mucho mejor y los elementos que se necesitan están acá”.
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