Deportes | 27 Jun Todos los uruguayos indirectamente esperábamos una sanción contra Luis Suárez luego de que el delantero le diera un mordiscón en el hombro al italiano Giorgio Chiellini en el encuentro que los Celestes ganaron 1 a 0 con gol de Diego Godín y clasificaron a los octavos de final.
Lo cierto es que la FIFA, conferencia de prensa mediante, anunció que Suárez es considerado culpable por “haber cometido una ofensa a la deportividad contra otro jugador”. Y que “se suspende al jugador Luis Suárez por nueve partidos oficiales.
El primer partido al que se aplicará la sanción será el próximo encuentro de la Copa Mundial de la FIFA entre Colombia y Uruguay, que se disputará el 28 de junio. El resto de la sanción se aplicará a los siguientes partidos de Uruguay en el Mundial si esta selección sigue avanzando en el torneo o a los siguientes partidos oficiales de la selección uruguaya”, añade.
Y como si fuera poco: “durante cuatro meses, se le prohíbe a Luis Suárez ejercer cualquier clase de actividad relacionada con el fútbol (administrativa, deportiva o de otra clase)”, señala el comunicado que se encuentra en la web oficial de la FIFA. A su vez, la directora de comunicación de la FIFA, Delia Fischer, dijo que el delantero uruguayo podrá ser traspasado durante este período aunque dejó en claro que no podrá entrenar con su club, el Liverpool inglés.
“Se prohíbe asimismo a Luis Suárez entrar en los recintos de todos los estadios durante el periodo de duración de la prohibición”, dice el comunicado, que además añade que “el jugador tampoco podrá entrar en los recintos del estadio en el que la selección uruguaya dispute un encuentro mientras esté cumpliendo con los nueve partidos de suspensión”.
También Suárez recibirá una multa económica de unos 100.000 francos suizos que, en realidad, sería lo menos importante y preocupante para el delantero. Luego de recibir esta durísima –y hasta se podría decir excesiva-- sanción que cayó como un balde de agua fría a la delegación uruguaya y a los tres millones de habitantes, el “Pistolero” se despidió de sus compañeros y el cuerpo técnico y abandonó la concentración. Por decisión personal y de su familia, Suárez viajaba en la noche de la víspera a nuestro país, estimándose que arribaría en la madrugada.
Lo cierto es que la FIFA crea un precedente bastante importante con esta sanción impuesta sobre el futbolista.
La gran repercusión que tuvo el hecho a nivel mundial, llevó a que el máximo organismo del fútbol mundial tomara esta drástica decisión, que no solamente afecta al jugador, sino también a la selección, a su club y a todo un país.