Deportes | 24 Jun Ganar o volverse a casa. Así de sencillo. Uruguay necesita vencer a Italia para poder clasificar como uno de los dos mejores del Grupo D a los octavos de final del Mundial de Brasil.
A Italia le sirve el empate, pero la Celeste debe jugarse todo a ganador porque la igualdad la dejaría sin chances y con el pasaje de vuelta a casa sellado y confirmado.
Es una finalísima anticipada entre dos seleccionados que tienen como común denominador el hecho de haber perdido ante el combinado que en lo previo era la Cenicienta de este grupo, Costa Rica, que contra todos los pronósticos obtuvo los seis puntos que lleva disputados hasta el momento para transformarse en el primer clasificado de la serie.
Por eso ahora Uruguay e Italia deberán jugarse la última carta en este partido trascendente, que definirá la suerte de ambos.
Los celestes llegan de jugar un buen partido ante Inglaterra, a la que derrotaron por 2 a 1 con un retorno soñado de Luis Suárez, que marcó los dos goles del equipo de Oscar Tabárez.
Italia, en tanto, sucumbió ante los ticos dejando de lado el buen trabajo realizado en el debut ante los ingleses.
Y ambos llegan entonces con la soga al cuello, aunque a los azzurros les aprieta un poco menos dado que dos resultados le permitirán lograr el objetivo de saltar de fase.
Los equipos están definidos, pero nadie larga prenda. Por el lado de los celestes, Tabárez apostará a parar en la cancha al mismo equipo que ante Inglaterra, teniendo en cuenta que, más allá del resultado, el trabajo de limitación del rival será el mismo a desarrollar ante los italianos: mientras en el partido anterior el hombre a anular era Gerrard, Pirlo es el que se llevará hoy todas las fichas.
Por eso se apuesta a volver a realizar un gran trabajo táctico más allá de los errores cometidos y que habrá que tener en cuenta más allá de la victoria ante los ingleses.
Por el lado de Italia, nadie quiere pensar en el empate sino en la victoria, sabiendo que ante Uruguay no pueden dejar abierta ninguna puerta.
El técnico Césare Prandelli realizará modificaciones, al menos una obligada teniendo en cuenta que no tendrá disponible a De Rossi por lesión, lo que no le permitirá contar con una de sus figuras importantes.
Lo que está claro es que se espera un partido sumamente táctico. Y será Italia la que tendrá la pelota e intentará avanzar sobre el arco de Muslera.
Para Uruguay todo pasará por la concentración, la aplicación táctica y, de ser posible, por tener un poco más de control del balón para evitar algún dolor de cabeza.
El de hoy es una final anticipada del Mundial, con dos equipos que no se guardarán nada. Y a los que no les queda otra.

ASÍ JUEGAN
Escenario: Estadio das Dunas de Natal. Hora: 13. Árbitros: Marco Rodríguez, Marvin Torrentena y Marcos Quintero (México).
Uruguay: Fernando Muslera, Martín Cáceres, José María Giménez, Diego Godín, Alvaro Pereira, Alvaro González, Egidio Arévalo Ríos, Nicolás Lodeiro, Cristian Rodríguez, Luis Suárez y Edinson Cavani.
Italia: Gianluiggi Buffon, Mattia De Sciglio, Andrea Barzagli, Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini, Matteo Darmian, Marco Verratti, Claudio Marchisio, Andrea Pirlo, Mario Balotelli y Ciro Immobile.

SON SOLO DOS LOS ANTECEDENTES
Hasta el momento, Uruguay ha enfrentado en nueve ocasiones a Italia, aunque de esos partidos solo dos han sido por Copas del Mundo. Y, en ese sentido, el historial favorece a los azzurros, dado que el primer partido mundialista entre ambos fue jugado en la primera fase del Mundial de 1970 y terminó empatado sin goles, y el restante fue victoria de Italia en el Mundial de 1990, en el que ofició como local, ganando por 2 a 0, siendo Oscar Tabárez el DT de Uruguay.
Desde ese triunfo de Italia en 1990, se han medido en otras tres ocasiones, y con Tabárez nuevamente como entrenador de la selección celeste. En 2001 fue empate 1 a 1 en un amistoso jugado en Milan, donde el gol celeste lo anotó Sebastián Abreu. En 2011 volvieron a encontrarse, ahora en Roma, donde Uruguay se impuso por 1 a 0 con anotación de Sebastián Fernández.
El último antecedente fue el año pasado, cuando Uruguay e Italia se midieron por el tercer y cuarto puesto de la Copa de las Confederaciones jugada en Brasil. En aquella ocasión el partido terminó 2 a 2 (los dos goles de Uruguay fueron de Cavani), pero los italianos terminaron por imponerse 3 a 2 por penales.

"URUGUAY JUEGA CON FUROR PATRIÓTICO"
Césare Prandelli, técnico de Italia, no dudó en catalogar el partido ante Uruguay como “el más importante de mi carrera”, pero dejó en claro en conferencia de prensa que “solo pienso en que vamos a clasificar” pese a que “estamos en una situación complicada, pero con actitud, fuerza, coraje y juego debemos recuperar nuestros valores y buscar marcar goles”. Más allá de que un empate clasificará a su selección, Prandelli sentenció que “no quiero que mi equipo salga a buscar la igualdad, porque no quiero sufrir”.
El técnico elogió a Suárez y Cavani (“la pareja más fuerte en el Mundial”), “futbolistas modernos que saben como atacar y se complementan muy bien; hay muy pocos como ellos”. Y agregó que para el partido “tendrá mucho que ver el aspecto sicológico y el físico. Uruguay es una selección que juega con un furor patriótico que no tenemos. Pero estoy seguro que la actitud de mi equipo estará a la altura de las circunstancias”.

"SABEMOS LO QUE DEBEMOS HACER"
“Nosotros planificamos en función del resultado que necesitamos, pero les pedimos a los jugadores que no piensen en qué puede pasar en función del resultado. En el partido anterior un empate no nos eliminaba, pero nos dejaba dependiendo de otro resultado, por lo que teníamos que ganar. En este caso si ganamos clasificamos. El rival puede tener una ventaja porque le sirven dos resultados, pero respecto a nuestra situación no cambia nada. Tenemos las cosas muy definidas, sabemos lo que debemos hacer, y es un desafío más de los muchos que ha afrontado esta selección”, dijo el técnico de Uruguay, Oscar Tabárez, en la previa al partido de esta tarde.
Y agregó que tener a Suárez “no nos da ningún favoritismo. Ese es un traje que nunca usamos, no queremos y no nos gusta usar”, así como que “estos partidos no se juegan por el camino de la motivación. Si ganamos sería una victoria sobre los grandes de Europa y significaría una enorme motivación”.