Grupo A

Deportes | 24 Jun Estadio: Estadio Nacional de Brasilia. Árbitros: J. Eriksson, M. Klasenius, D. Wärnmark (Suecia).
Brasil: Julio César, Daniel Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Luiz Gustavo, Paulinho (46’ Fernandinho), Oscar; Hulk (63’ Ramires), Neymar (71’ Willian) y Fred. DT: Luis Felipe Scolari.
Camerún: Itandje, Nkoulou, Nguemo, Moukandjo (58’ Salli), Aboubakar (70’ Webo), Bedimo, Choupo Moting (80’ Makoun), Mbia, Enoh, Matip, Nyom. DT: Volker Finke.
Goles: 16’ y 34’ Neymar, 25’ Matip, 49’ Fred y 83’ Fernandinho.
Amonestados: Enoh, Salli, Mbia (C).

El director Scolari presentó en el escenario Nacional de Brasilia la obra “Primeros en el grupo”, con un elenco integrado por 11 artistas para plasmar la obra ensayada desde hace largo tiempo. Pero quienes salvaron esta representación fueron los actores Neymar y Fernandinho, quienes se pusieron el traje de laburantes para poder salvar el cuadro, porque los demás brillaron por su ausencia.
Claro que para que la obra fuera completa tenía que aparecer un asistente que no tenía bien estudiado el libreto --o sí--, y dejar que se consumara el tercer acto cuando uno de los artistas se había adelantado para pasar letra a Fred y continuar con el acto “mandarla a guardar”.
Pero para que el público asistente pudiera aplaudir una obra que iba en decadencia, había que distraerse, como mirando hacia un costado y dejar pasar por alto uno de los capítulos.
Y pese a que hubo una gran diferencia en el final de la obra, por momentos se hizo un tanto monótona, sin recursos adecuados para manejar y explotar la capacidad de los artistas con que cuenta el director.
Para suerte de Scolari en el elenco había dos grandes artistas que le fueron salvando la obra. Una gran tarea de Fernandinho, que tuvo que suplantar a Paulinho (uno que se había olvidado la letra), y por supuesto la de Neymar, quien con gran sutileza y calidad consiguió salir adelante en los dos primeros capítulos, el primero que duró 16 minutos y el segundo 34’.
Entre el primero y el segundo de Neymar hubo un contratiempo que puso una gran interrogante en general, cuando un intruso, Matip, quiso estropearlo todo colocando un balón dentro de la red del elenco brasileño.
Pero para suerte del director, y en el cierre de la obra, una gran aparición de Fernandinho hizo saltar de los asientos al gran público.
En resumen, el elenco brasileño salvó la obra con más desaciertos que aciertos, porque hubo momentos en que nada estaba claro y era muy difícil de entender la postura que se ponía en escena, salvada solo por dos de los actores.
Daniel Bazet Fernández