Deportes | 28 Jun Era la palabra más esperada. El técnico de la selección uruguaya de fútbol, Oscar Tabárez, llegó tarde a la conferencia de prensa exigida por FIFA previo a cada partido, y lo hizo solo, sin un futbolista como se establece de antemano (habrá que ver ahora si la FIFA sanciona por ello a Uruguay).
El maestro dejó en claro que se referiría exclusivamente a la sanción de Suárez, “que es el tema oprincipal para nosotros, que nos ha ocupado la mente y conmovido, por lo que voy a tratar de ser conciso”.
Tabárez estableció que “hago uso del derecho de cualquier persona a opinar, como entrenador de la selección de Uruguay, como entrenador producto del fútbol uruguayo y como representante del fútbol de mi país. Y me quiero presentar con mis antecedentes como entrenador. Desde que me vinculé a la competición internacional fue un defensor acérrimo del Fair Play y de la formación de valores para los jugadores juveniles. Ello me valió distinciones, entre ellas la Orden al Mérito de FIFA, o de organizaciones como la Unesco, que me ha declarado campeón del deporte”.
Luego explicó que vio las imágenes de lo sucedido una vez enterado de que se había abierto un expediente disciplinario, “y vimos que había una posibilidad bastante cierta de sancionar a los protagonistas de la acción, que fueron dos: Suárez y Giorgio Chiellini”.
“No puedo negar que aguardábamos (una sanción), pero jamás pensamos lo que nos enteramos cuando nos comunicaron los pormenores del fallo. Una severidad excesiva, en una decisión que evidentemente está mucho más volcada hacia las opiniones de la artillería mediática que explotó inmediatamente después de terminado el partido. Y así como está cerca de esa presión mediática, está bastante alejada del dato objetivo de las acciones del partido referido”, agregó.
El maestro afirmó que “se tocaban los antecedentes y cosas que le han ocurrido a Luis, por las que fue sancionado y cumplió, pese a que hay acosos que son eternos”. Y tiró con munición más gruesa: “Todos sabemos dónde está el poder. Eso no se discute. No puede ser de otra manera que el poder lo tenga el organizador. Pero eso no quiere decir aceptar y no enfrentarse al uso indiscriminado y tendencioso de ese poder, por parte de un órgano que debe impartir justicia”.
Tabárez dijo que “como entrenador y docente se me presenta la teoría del chivo expiatorio. Le dan un castigo ejemplarizante, sin importar que sea excesivo y reiterado, al que comete una falta o transgresión, no un delito, para que el colectivo sepa qué es lo que está bien o mal”, y dejó en claro que “hay un peligro en esta forma de proceder: se olvida que el chivo expiatorio es una persona que tiene derechos”.
El técnico celeste se preguntó quién ganó con este fallo, quién pierde, quién se benefició, quién sale perjudicado y quiénes se han salido con la suya. Y también si a partir de este fallo se terminarán las agresiones.
Él mismo se respondió: “Lo dudo mucho porque en este torneo, antes y después del episodio Suárez-Chellini, se han visto cosas que se han medido con una vara muy diferente. Cuando eso sucede en primer lugar está la omisión, porque no se trata en todos los casos de transgresión o indisciplina, e inevitablemente se lleva a la exageración en el carácter de la pena”.
Más allá de aclarar que no justifica lo sucedido y que “no creo que no se deba sancionar, esto es entre seres humanos y hay que darle una oportunidad al que se equivoca”.
Luego sentenció que la severidad con la pena de Suárez “fue excesiva”. Y anunció lo que uno podía palpitar al escuchar atentamente la exposición: renunció a su cargo en FIFA.
“Desde hace muchos años he tenido vinculación a FIFA como instructor de cursos, como miembro del Grupo de Estudio Técnico en Mundiales de mayores --como en Francia 98-- y juveniles, y actualmente ocupo un cargo en la comisión de estrategia de la FIFA. En este momento siento que debo alejarme de ese cargo. No es prudente coincidir en una organización con personas que presionaron para promover este fallo, las que lo sancionaron, que manejan criterios, procedimientos y valores muy diferentes a los que yo creo tener”, sentenció.