Rurales | 29 Jun El volumen de precipitaciones acumulado para los meses de abril y mayo supera los promedios históricos solamente para el departamento de Paysandú. El agua acumulada en el perfil de suelo siempre fue suficiente para el crecimiento vegetal en toda la región, sostiene el informe de situación brindado a EL TELEGRAFO, por el Instituto Plan Agropecuario.
Se destaca en el informe que las precipitaciones fueron frecuentes, prácticamente todas las semanas, situación que ha dificultado operaciones de campo en todos los rubros.
En toda la región (Artigas, Salto y Paysandú), que comprende la regional Litoral norte del instituto, tanto las aguadas naturales como artificiales, tienen buenos niveles de aporte de agua, incluso en algunos casos, los cauces de ríos y arroyos superan el volumen normal para esta época.
En cuanto a las pasturas naturales, las tasas de crecimiento durante el otoño (marzo y abril) fueron 17% superiores al promedio histórico. Este hecho es coherente con lo observado a nivel de campo, en donde se verifica sobre el final de la estación, altas disponibilidades de forraje en gran parte de la región.
Las pasturas naturales en el departamento de Artigas en general, y en aquellos lugares en donde no se manejaron cargas animales elevadas, se encuentran con buena disponibilidad en cuanto a volumen.
La calidad de las mismas viene decreciendo progresivamente a medida que van madurando las especies estivales y ocurren heladas invernales.
En Salto las tasas de crecimiento durante el otoño han sido entre un 10 a 15% superiores a la media. Actualmente se observa el suelo con buen contenido de humedad, además las temperaturas no han sido tan bajas, con lo cual se atrasaron las heladas, de las cuales se han registrado nada más que dos hasta el momento.
Las pasturas naturales se encuentran en una situación de buena disponibilidad y buena calidad relativa en mayo y junio.
Esta situación es diferente entre predios dado las dificultades presentadas en la comercialización de ganado en otoño. Tanto las operaciones con destino a faena como de aquellas categorías de animales para reposición se han enlentecido, situación por la cual se han visto dificultados los ajustes de carga previos al ingreso al invierno. Esto conlleva a que muchos establecimientos mantengan cargas animales altas, dificultando el mantenimiento de ofertas de pasto acordes para un buen desempeño de los animales en invierno.
Las pasturas naturales pierden calidad a partir de las heladas del invierno. Por lo tanto se recomienda asignar potreros reservados durante el otoño y seleccionados por tener especies invernales, a las categorías animales de mayor requerimiento en calidad, como las recrías. Se recomienda también tener en cuenta la alternativa de suplementar con concentrados proteicos cuando hay suficiente cantidad de forraje y se detectan restricciones de calidad que determinan mantenimientos de peso e incluso pérdidas durante el invierno.

PASTURAS MEJORADAS Y ARTIFICIALS
En los mejoramientos extensivos, específicamente de Lotus Rincón, tuvo como principal dificultad lograr acondicionar el tapiz (por exceso general de forraje en los predios) de forma de favorecer la germinación.
Las pasturas plurianuales han tenido buena implantación a pesar que la época de siembra se retrasó bastante.
Pasturas de 2 y más años perdieron densidad de plantas durante el verano debido al déficit hídrico durante diciembre y enero y al gran enmalezamiento estival, pero están recuperando plantas a partir del banco de semillas. La situación tiende a la normalidad con la llegada de los primeros fríos.
Las pasturas con Alfalfa como principal especie, registraron muy buenos aportes otoñales, pero en adelante se espera una menor producción debido a que la variedad utilizada casi en forma exclusiva es Chaná, que presenta latencia invernal.

VERDEOS
Los verdeos de verano aportaron forraje hasta abril e incluso mayo, debido a que no hubo heladas tempranas.
Respecto a los verdeos de invierno, las siembras realizadas en abril se vieron afectadas con las precipitaciones, que provocó podredumbre de semilla, y muchos productores decidieron resembrar.
En la instalación y posterior utilización de esta alternativa forrajera se visualizan dos situaciones contrastantes.
Por un lado, están los predios en que se realizaron siembras tempranas (febrero - inicios de marzo), en general en explotaciones lecheras, en las que el aporte fue bueno durante el otoño y en las que en promedio se realizaron un total de dos pastoreos.
Por otro lado, predios en que la siembra se retrasó considerablemente y en los que prácticamente no han podido ser utilizados.
En ambas situaciones, se observa una menor tasa de crecimiento a partir de este mes y por tanto un mayor tiempo de retorno a las mismas.