Deportes | 01 Jul La tristeza es evidente, pero se intenta ponerle el pecho a las balas. El Club Remeros Paysandú se prepara ante una nueva crecida del río, justo cuando sus instalaciones muestran otra cara, totalmente remozada, y las obras continúan en diferentes sectores.
Mientras en la hermosa terraza se siguen desarrollando trabajos de pintura e iluminación gracias al dinero recaudado con el desafío de Daniel Durán del Campo al unir a nado hace unos meses a las ciudades de Colón con Paysandú, el resto del club sigue con sus actividades como puede, mientras se prepara para la bravura del río.
Así, mientras la sala de botes permanece desierta, las embarcaciones reposan en el gimnasio del club junto a los aparatos de gimnasia, aunque alguna también luce frente a la secretaría, en el ingreso mismo a la institución. La cancha de frontón lució ya los efectos de la inundación, aunque ayer la altura del río mermó unos pocos centímetros y “el cajón” se mantuvo seco.
En la piscina, en tanto, la actividad se mantiene y se mantendrá hasta en tanto el paterno lo impida. Mientras tanto, los directivos y el personal del club trabajan intensamente en procura de no dejar nada librado al azar, teniendo en cuenta que se espera que para el fin de semana la altura del río ya impida el ingreso al club y las actividades cesen en sus instalaciones, aunque los socios continuarán recibiendo el servicio en otros clubes.
“Estamos preparándonos y ya confirmando las alternativas que vamos a tener para que los socios continúen recibiendo todos los servicios, con el objetivo no solo de que sigan manteniendo las actividades que ofrecemos en el club pero en otras instituciones, así como también para que sigan apoyándonos”, dijo la dirigente María Noel Castañares. La directiva continuará hoy manteniendo reuniones con pares de otros clubes a los efectos de finiquitar los acuerdos que ya, en varios casos, ya están sellados de palabra.
“Buscamos todas las alternativas dado que nos han dicho que la creciente será grande. Las informaciones que tenemos indican que el fin de semana el río podría llegar a los nueve metros, cuando el agua ingresa al club con 6,50 metros. A lo largo del domingo, con la gente del club y la colaboración del Batallón, pudimos acondicionar las instalaciones y mudar todo par la planta alta”, explicó Castañares. Teniendo en cuenta que la creciente no llegará a la planta alta, es que se continúa dejando en óptimas condiciones a la terraza, e incluso se espera –si es que finalmente se confirma el pronóstico de la altura a la que llegará el río y no se puede ingresar al club-- poder trabajar en la piscina.