Locales | 03 Jul Las obras de restauración del teatro Florencio Sánchez fueron autorizadas por la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación (CPCN) “bajo la responsabilidad de la Intendencia Departamental de Paysandú”, según se desprende de un informe que realizó Magela Terzano de enero de este año. Esto, debido a que no se cumplió con el protocolo de la CPCN. En el informe, Terzano, quien es directora de Arquitectura de la CPCN desde 1997, hace hincapié en algunas desprolijidades expuestas en la “solicitud de autorización de obras realizadas y a realizar en el teatro Florencio Sánchez”.
Terzano expuso que ya en agosto de 2013 la CPCN había pedido a la Intendencia sanducera que enviara la memoria de restauración, pero que a la fecha del informe aun no se había entregado. Posteriormente tampoco fue proporcionado y, de acuerdo a fuentes consultadas, nunca se realizó.
En el informe de enero de 2014, ante la falta de respuesta de la Intendencia, Terzano expone cómo debía realizarse lo solicitado. “En forma previa a la realización de toda obra que revista el carácter de MHN (Monumento Histórico Nacional), se exige la presentación de planos y memorias (firmados por un técnico responsable) más la memoria de restauración, en este caso molduras, yeso, pinturas, dorados, bronceados, tratamiento de maderas, telas, metales, cristales de arañas, etcétera, detallando en cada ítem cómo y con qué productos se actúa, acompañado de riguroso relevamiento fotográfico previo y posterior, que permita ver el antes y el después de la obra en cada parte y con cada material, más la investigación histórica que permita comprender intervenciones posteriores”. Entre las críticas realizadas a la presentación incompleta del proyecto de restauración, Terzano subrayó que los informes técnicos no fueron firmados, que los restauradores no presentaron comprobantes de su capacitación especializada y que ni siquiera la carta del intendente Bertil Bentos (firmada también por el entonces secretario general Horacio de los Santos) al director de la CPCN, Alberto Quintela, fue firmada.
“(...) no se aportó más que el nombre de dos personas, supuestamente restauradoras, (las que deberían exhibir sus títulos, ya que la restauración es una especialidad y no tarea de aficionados) no consta el título, firmas, ningún documento ni carta de presentación, solo referencias, que las habilitaría a trabajar como dependientes”.
Asimismo, “se han recibido recaudos firmados por tres técnicos diferentes (Ing. Paola Migliónico, Arq. Nicolás Fuccaro y Arq Mónica Ferraris) sin saber hasta dónde llega la responsabilidad de cada uno (importante para el caso de tener un litigio)”. En el caso de la empresa Metros S.R.L., que se encargó de los trabajos de consolidación en el cielorraso, parte del cual se desplomó, presentó “nota con referencias comerciales y laborales” con la firma del arquitecto Álvaro Britos, “aparentemente la única empresa que se presentó a la licitación” y que la obtuvo por 3.516.613.76 pesos. Además de ese trabajo también realizó la implantación, la restauración de cielorrasos de yeso y molduras en la sala principal y la restauración de cielorrasos de yeso y molduras en caja de escalera y foyer”.
Terzano subraya asimismo “la falta de un plan general de actuación para el teatro Florencio Sánchez, a los efectos de etapabilizar tareas y distinguir tareas mediatas e inmediatas” y que “falta memoria de restauración”. Ante esta situación, Terzano pidió a la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación que autorizara la obra, pero bajo responsabilidad de la intendencia sanducera y sus técnicos “quienes deberían --por lo menos-- firmar los planos que se presentan (igual que un técnico privado lo debe hacer ante la Intendencia Departamental en cualquier trámite), elevando formalmente un expediente caratulado, foliado, firmado y con todos los recaudos solicitados en Protocolo proporcionado por la CPCN”.