Deportes | 04 Jul Desde la sanción a Luis Suárez la FIFA está más que nunca en el ojo de la tormenta. Luego de que decidió actuar de oficio ante el mordiscón del delantero celeste al italiano Giorgio Chiellini, varios periodistas preguntaron a representantes del organismo si también se actuaría de oficio con los dirigentes de FIFA sospechados de corrupción y si serían tan duros con las penas como lo fueron con Suárez. Y ahora, parece, la FIFA está embretada ya que un miembro extranjero es sospechoso de integrar una red internacional de reventa de entradas para el Mundial que se disputa en Brasil.
La Policía brasileña viene trabajando en el denominad Operativo “Jules Rimet” hace varias semanas y pensó que “el franco-argelino Mohamadou Lamine Fofana era de la FIFA y estaba en el origen (del tráfico de entradas), pero después de su arresto nos dimos cuenta de que había alguien por encima de él de la FIFA, y con un intermediario en Match Hospitality”, subsidiaria del organismo, declaró el comisario Fabio Barucke tras el desmantelamiento de una banda que revendía entradas y el arresto de 11 personas. Y tiró: “Tenemos indicios de que al menos una persona de la FIFA pasaba entradas a Match” y al arrestado Lamine Fofana.
La Policía investigó en silencio y tras el arresto de 11 personas pidió ayuda a la FIFA para identificar a una persona extranjera, de la organización, que se aloja en el Hotel Copacabana Palace.