Pretendía imponer su
voluntad sobre el reglamento

Policiales | 02 Jul Uno de los 15 reclusos que se encontraban alojados en las celdas individuales del Centro de Rehabilitación (ex Cárcel Departamental), que sufría un pico de depresión y exigía ver a su madre, ignorando expresamente las normas pautadas en el reglamento interno para tramitar su pedido, arrojó trozos de poliuterano encendido hacia el pasillo, generando un foco ígneo que causó desorden entre los demás internos recluidos en las celdas contiguas, quienes resultaron afectados por la inhalación del monóxido de carbono.
Inmediatamente se activó el protocolo previsto para estas contingencias. Luego de adoptar las medidas para asegurar el área, la guardia carcelaria, provista de máscaras de oxígeno y extintores a polvo, ingresó al sector, retiró a los reclusos hacia la cochera, y apagó el fogo ígneo. En segundo término, los internos afectados por la inhalación de humo fueron conducidos en grupos al Hospital Escuela del Litoral. Finalmente, se acordó con los propios internos alojados en el sector --destinado principalmente al cumplimiento de sanciones disciplinarias-- que ellos se harían cargo de reparar los daños causados en las paredes por la intensa concentración de humo. Continuando con el protocolo establecido, se informó de la conducta del recluso promotor del desorden a la Junta de Disciplina del Instituto Nacional de Rehabilitación, que se reunirá hoy en forma extraordinaria para evaluar la situación del interno, quien seguramente será trasladado a otro establecimiento.
Según el director del Centro de Rehabilitación Paysandú, comisario Alfredo Coelho, el estado sanitario y anímico de los reclusos es monitoreado permanentemente, prestándose especial atención a sus reclamos, pero en el caso de este interno ya se le había comunicado que su pedido resultaba --debido a lo pautado por el reglamento interno-- imposible de satisfacer en el momento en que lo planteó.