Deportes | 08 Jul El rendimiento dentro de la cancha muchas veces va más allá de los planteos tácticos de los directores técnicos, o cómo se levanten los jugadores el día del partido. Lo que pasa afuera, y más aún en las concentraciones en este tipo de campeonatos largos, influye y mucho en los futbolistas.
Es por eso que el entrenador de Holanda, Louis van Gaal, está muy “orgulloso” de haber creado en el grupo “un verdadero espíritu de familia” que se ha convertido en la gran fuerza del equipo, cuyo ambiente se ha vuelto aún más agradable por la presencia de los familiares de los jugadores en Rio de Janeiro.
En la víspera, a tan solo dos días para el crucial enfrentamiento ante Argentina por un lugar en la final, los jugadores holandeses lograron aliviar tensiones gracias al clima instaurado por el director técnico y sus familias.
Los holandeses viven en la Copa del Mundo en familia, tal es así que los 23 futbolistas parecen estar unidos por un verdadero placer de convivencia. El día posterior a los partidos, Van Gaal autoriza a las familias a asistir a los entrenamientos. Y una vez finalizados, los hijos de los jugadores entran a la cancha para jugar con sus padres.
“Es muy gratificante poder verse en familia con las esposas e hijos al día después de los partidos”, expresó el experiente Dirk Kuyt. Desde que comenzó el Mundial Van Gaal les ha dado tres días libres a sus jugadores, quienes los han aprovechado para ir a la playa de Ipanema o a otros lugares turísticos de Rio para descomprimir tensiones. Y eso se nota en el ambiente del grupo.
“Nuestra etapa de prácticas en Portugal (antes del Mundial) fue maravillosa y permitió formar un equipo fusionado”, expresó el entrenador holandés. “Es la primera vez que pasamos tiempo juntos como grupo. No he tendido que intervenir ni controlar nada”, explicó.
A su vez, agregó que “es quizá a este nivel (de autodisciplina), el mejor grupo de jugadores que haya entrenado jamás. Saben exactamente cuando deben tomar sus responsabilidades”.