Deportes | 06 Jul Escenario: Estadio Nacional Mané Garrincha (Brasilia). Árbitros: Nicola Rizzoli, Renato Faverani, Andrea Stefani (Italia).
Argentina: Romero; Zabaleta, Demichelis, Garay, Basanta; Di María (33’ Pérez), Biglia, Mascherano, Lavezzi (71’ Palacio); Messi, Higuaín (81’ Gago). DT: Alejandro Sabella.
Bélgica: Courtois; Alderweireld, Van Buyten, Kompany, Vertonghen; Fellaini, Witsel, De Bruyne; Mirallas (60’ Mertens), Origi (59’ Lukaku), Hazard (75’ Nacer Chadli). DT: Marc Wilmots.
Gol: 8’ Higuaín
Amonestados: Biglia (A); Hazard y Alderweireld (B).

Con autoridad, sin pasar sobresaltos, Argentina se ganó un lugar en las semifinales del Mundial, luego de imponerse a Bélgica 1 a 0, en partido que antes y sobre todo después del gol, fue siempre favorable a los albicelestes. Después de 24 años el seleccionado sudamericano está entre los cuatro mejores.
¿A quién le ganó? A un equipo de Bélgica que fue una sombra, que no repitió nada de lo poco bueno que se le vio en partidos anteriores, sumergido en una impotencia contagiosa entre sus jugadores, con escasa, casi imperceptible rebeldía.
Los orientados por Sabella tuvieron un conductor, el de siempre, Messi, pero esta vez con la compañía de jugadores de la talla de Mascherano, Higuaín anotó el único gol luego de una maniobra del rosarino que habilitó a Di María y éste dejó en posición de gol a los 8’ al delantero que definió con categoría. Después, la solidez defensiva que tuvo como “patrón” a Garay, con buen respaldo de Demichelis y Basanta, los que estuvieron a la altura de un partido que no fue de un trámite brillante ni mucho menos.
Muy poco lo de los belgas en el primer tiempo. Solo lo de Kompany en defensa, perdiendo en el medio donde Fellaini fue más lo que corrió que lo que aportó. Arriba, Origi perdido entre los zagueros y solo un remate de De Bruyne que dio rebote Romero, y otro de Mirallas para mostrar que aspiraban al gol.
En el complemento Argentina mandó de medio campo hacia adelante. Siguió muy firme en defensa, y de la misma forma que controló a Hazard lo hizo con Mertens y Lukaku, que anduvo más fuera de juego que inquietando a la defensa albiceleste. Tuvo otra chance Higuaín estrellando el disparo en el travesaño, en un partido en el que a medida que pasaban los minutos los argentinos más se afianzaban en su juego.
Bélgica no sabía qué hacer y estaba solo a un gol del empate. Pero solo con centros para las cabezas de Garay o sus compañeros de zaga, se fue perdiendo como una llama que se apagaba. En la primera contra que tuvo, Messi se fue de todos y enfrentó a Courtois que ganó en el mano a mano. Todo siguió igual, hasta que en el final se acordaron los europeos, y le tocó a Garay salvar la más difícil luego de un desborde de Lukaku por izquierda.
Firme, seguro lo de Argentina que, hizo el gol, lo cuidó y se impuso a un Bélgica sin ideas, sin respuesta y lo que es peor, falto de vergüenza futbolística para luchar por igualar el partido.