Deportes | 05 Jul El partido se terminaba y Colombia no podía dar la sorpresa. Iban 86 minutos del choque ante Brasil, por los cuartos de final del Mundial, cuando el cafetero Camilo Zúñiga fue ante Neymar en búsqueda de la pelota.
Fue fuerte, durísimo, con la rodilla en la espalda del delantero brasileño, que cayó al piso. El balón quedó en poder de un jugador vestido de amarillo, por lo que el árbitro dejó seguir la incidencia, pero rápidamente todos fueron sobre una de las estrellas del Barcelona, que mostraba signos de dolor y lágrimas en los ojos.
Sus compañeros corrieron a ayudarlo y estaba claro que no se trataba de sus habituales exageraciones. Rápidamente lo sacaron de la cancha en camilla y fue retirado del estadio, con suero, ya que fue trasladado a una clínica particular para que se le realizaran estudios.
Y se confirmó lo que podía imaginarse ante la situación: Neymar se perderá lo que queda del Mundial, ya que el rodillazo de Zúñiga fracturó la tercera vértebra lumbar de la columna de Neymar.
Ya el técnico Luiz Felipe Scolari lo dijo en conferencia de prensa, aunque sin tener un diagnóstico certero: “será más que difícil que Neymar pueda estar a la orden para lo que se viene”. Y se confirmó.
El médico de la selección brasileña, Rodrigo Lasmar, fue el que confirmó la noticia y el diagnóstico, y auguró que el delantero estará de cuatro a seis semanas afuera de las canchas.
“La tomografía mostró una fractura en la columna, en la tercera vértebra lumbar. No es una fractura grave, no precisa de cirugía, pero dificulta los movimientos y necesitará una cinta”, informó el profesional, dando cierto grado de tranquilidad en cuanto a la lesión de Neymar, más allá de que no podrá estar a la orden para los desafíos que se vienen para los brasileños, que el martes irán ante Alemania en búsqueda del pasaje a la final, en partido para el que tampoco tendrán al capitán Thiago Silva por doble amonestación.
Zúñiga, quien ocasionó la lesión al ídolo brasileño, lamentó la situación y aclaró que “nunca” tuvo la intención de hacerle “mal” a su colega.
“Nunca tuve la intención de causar mal al jugador. Dentro del campo, tenemos que jugar con firmeza, pero nunca con la intención de lesionar a un jugador”, dijo el futbolista del Napoli italiano.
“Queríamos marcar, estaba un partido fuerte. Brasil estaba entrando fuerte. Espero que no sea nada grave, vamos a pedirle a Dios. Él es un gran talento para Brasil y para el mundo”, agregó el lateral de la selección cafetera que quedó eliminada del Mundial.