Paysandú, Jueves 10 de Julio de 2014

Su madre y el concubino de ésta declaran ante la Justicia

Niño al borde de la muerte presuntamente a raíz de maltrato

Policiales | 05 Jul Un niño de cuatro años se encuentra en terapia intensiva y en muy grave estado tras sufrir rotura de páncreas y otras serias lesiones que, según el diagnóstico médico, se sospecha serían producto de maltrato, por lo que su madre y su padrastro fueron detenidos por personal de la Seccional Segunda de Policía y puestos a disposición del juez Penal de Segundo Turno, Fernando Díaz.
Una profesional médica de Comepa solicitó la presencia de la Policía a las 22 y 30 horas del jueves y, al arribar los efectivos policiales, explicó que próximo a las 18 había ingresado a la Unidad de Cuidados Especiales Perinatales y de Neonatología (Ucepyn) un niño al que se lo intervino quirúrgicamente y que presentaba --según el diagnóstico expedido-- “post operatorio de cuadro agudo de abdomen, rotura de páncreas de mesenterio y hemoperitoneo, lesiones múltiples en piel, hematomas en distintas etapas evolutivas”, agregando el certificado de la profesional que la madre del paciente “no brinda datos concluyentes sobre el origen del traumatismo grave (rotura de páncreas) ni de las lesiones; sospecha de maltrato”.

“SE CAYÓ EN EL BAÑO”
Según el informe de otra profesional de Comepa, en el momento en que el niño ingresó a Ucepyn, su madre relató que, en la mañana, el niño permanecía con su compañero y se encontraba en el baño cuando se cayó desde su altura, quedando pálido, con intenso dolor y distensión abdominal, por lo que su pareja trasladó al menor al servicio de urgencias de Comepa.
Según su Historial de Consulta Médica, el niño presenta angustia cuando no concurre con su madre, además de sufrir caída de pelo, genio “raro”, agresivo, y mostrarse molesto ante expresiones que lo contradigan. Las frustraciones lo llevan a gritar y enojarse exageradamente. Entre otros datos, también consta en el Historial que el pequeño vivió hasta el año 2013 con su madre, su abuela, su tía de 37 años su prima de 12; hasta que su mudó junto a su madre y la pareja de ésta.
Inmediatamente de que la Policía le informó la situación, el magistrado actuante dispuso la detención de una mujer de 24 años, madre del menor, y del concubino de ésta, de 30, quienes fueron entonces conducidos a la comisaría desde su domicilio sito por Baltasar Brum al Sur.

LA MADRE NO ESTABA
La madre del niño declaró que, como ella se encontraba trabajando, su concubino llevó al menor próximo a las 10 y 30 del jueves a Comepa, en donde se le diagnosticó “fractura” de páncreas y quedó internado en Ucepyn. Relató que el martes el niño sufrió vómitos pero, al manifestarle el niño que se sentía mejor, lo llevó a la casa de su madre --abuela del menor--, desde donde lo retiró a la noche del día siguiente. De regreso en su casa, el niño se quedó dormido en el sofá. Su pareja llevó alzado a su hijo hasta el dormitorio de éste, en donde el menor continuó durmiendo.
Aseguró que los hematomas que presenta el niño se los produjo un compañero de la escuela a la que concurre, quien lo agrede físicamente desde abril. Al poner en conocimiento de lo sucedido a la maestra, ésta le manifestó que ese compañero de clases también tiene problemas con los demás niños que asisten a la institución, por lo que hablarían al respecto con su madre y lo vigilarían más.

“TRISTE Y DECAÍDO”
Tres semanas atrás, notó a su hijo triste y decaído, por lo que el médico pediatra le dió pase al siquiatra, quien le recetó Goval, un medicamento utilizado para el tratamiento de la psicosis, en particular de las psicosis esquizofrénicas agudas y crónicas.
La madre del menor agregó que la dosis indicada era tres gotas en la mañana y cinco en la tarde. Como ella trabaja de 8 a 12 y 14 a 18, su hijo permanece en la casa de su madre, en donde también viven su hermana --tía del menor-- y su sobrina. La abuela del niño lo lleva a la escuela, en donde ella luego lo recoge.
Por su parte, la pareja de la madre del niño relató que el 24 de abril fue operado de varicocele para poder tener hijos con su concubina, con quien planeaban casarse el 24 de agosto.

INCIDENTES VIOLENTOS
Indicó que protagonizó incidentes violentos en la casa que comparte con su concubina y el hijo de ésta, causando la rotura de objetos. En una ocasión, luego de haber ingerido alcohol en una comida, al regresar a su casa, su concubina cerró la puerta y rompió una mesa ratona. Admitió que al principio existía distanciamiento entre él y el hijo de su pareja, pero lo atribuían al cambio de situación ya que, antes de irse a vivir juntos, el niño dormía con su madre y, cuando comenzaron a convivir, lo hacía solo en su dormitorio. A raíz del cambio anímico originado por todos esos cambios, decidieron llevar al niño al siquiatra, y al parecer a partir de entonces el estado del menor había mejorado.
Agregó que el niño no le tiene miedo, pero sí respeto por su elevada estatura y porque tiene la costumbre de hablar muy fuerte. Cuando el pequeño está en la casa de su abuela, es natural que no quiera volver porque allí viven los nietos de la dueña de casa.

VERSIÓN DE LA ABUELA
Citada, se presentó ante la Policía una mujer de 60 años, abuela del menor, quien cuida del niño de lunes a viernes. La madre lo deja en su casa 15 minutos antes de las 8 para que ella lo lleve a la escuela, desde donde lo retira a las 12. Duerme la siesta en su casa, y su madre pasa a retirarlo a las 18. Los martes su nieto pernocta en su casa ya que su hija estudia en Colón. Indicó que las lesiones comenzaron a aparecer cuando comenzó a concurrir a la escuela. En una ocasión en que fue a buscarlo a la escuela, su nieto presentaba un rasguño en el rostro y que, según la maestra, había sido pinchado con un lápiz por un condiscípulo. En oportunidades posteriores, el niño salió de la escuela con moretones en la espalda que --según su nieto-- eran provocadas por un compañero que lo golpeaba. Agregó que su nieto, operado del corazón a los seis meses, parecía decaído desde días atrás, y, a pesar de que no dejaba de alimentarse, le expresaba que le dolía el estómago, sufriendo el martes vómitos y arcadas. En virtud de las vacaciones de invierno, no vió a su nieto y, como lo extrañaba, pidió que se lo llevaran.

SE DESMAYÓ
Permaneció en su casa hasta el miércoles al mediodía, cuando sufrió un desmayo. El compañero de su hija lo trasladó a Comepa, desde donde su hija le comunicó que iban a operar a su nieto. Estuvo convencida de que se trataba una peritonitis hasta que, luego de la intervención quirúrgica, se enteró de las lesiones que presentaba.
La Policía también recogió la versión de la maestra del niño. Lo definió como un niño introvertido, buen compañero, que mantiene buena relación con el personal docente. Sabe que el alumno está bajo tratamiento siquiátrico por angustia severa y sufre pérdida de cabello. En varias oportunidades, encontró heridas en los pabellones auditivos, un corte en el cuero cabelludo y marcas en el cuello. Según la madre del niño, esas lesiones le fueron provocadas por un compañero de clases. En una entrevista mantenida con la madre respecto a las lesiones del niño, se enteró de que el menor no quiere vivir con ella ni su padrastro y prefiere hacerlo con su abuela.
El juez Islas tomó declaración a la madre del niño y al concubino de la mujer hasta horas de la noche. Ordenó que ambos permanezcan detenidos y sean conducidos nuevamente a la sede judicial en la tarde de hoy.


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