Rurales | 09 Jul Una enchorrada que se verificó el pasado sábado en la zona de San Emeterio, cercano a la localidad de Quebracho en el departamento de Paysandú, afectó seriamente a un establecimiento, que al día siguiente se encontró que faltaban 72 novillos, buena parte colgados de los árboles a causa de la “imponente” crecida del arroyo Quebracho.
“Escuchamos un informe climático de un predictor de Montevideo que decía que la tormenta que se anunciaba para el Norte se desplazaba al Este y decidimos dejar los novillos en un campo, que a no ser por abundantes lluvias no presenta complicaciones”, comentó un productor, consternado por lo sucedido.
“Pero el informe resultó erróneo y las lluvias al norte fueran muy intensas, en algunos lugares superando los 150 milímetros en pocas horas, que sumado a los 65 milímetros que cayeron en el campo –este registro habitualmente no genera problema de crecida del arroyo--, “ocasionaron una enchorrada como nunca vimos en la zona”, dijo.
Eran 160 novillos los que estaban en el potrero cercano a Quebracho. “Seguramente con la rápida crecida del arroyo que anegó unas 5 cuadras para adentro del campo, buscaron la zona más alejada del agua y se embretaron en un rincón”.
“En esos empujones los animales lograron escapar de este potrero a otro campo reventando un alambrado, pero ya varios habían sido llevados por el agua”, comentó el productor.
De esos 160 ejemplares, faltaban 72 al hacer el recuento al día siguiente. “Como muchos de ellos estaban arriba de los árboles tuvimos que contratar gente extra para bajarlos y reconocer la marca y la caravana de cada uno de ellos”, explicó.
Agregó que “finalmente logramos bajar 52, pero hay 20 que prácticamente desaparecieron y si llegaron hasta la desembocadura del Queguay será imposible identificarlos”.
La preocupación del productor, pasa fundamentalmente porque el predio trabaja como hotelería, y el ganado en cuestión pertenece a varios empresarios y productores que capitalizan allí sus haciendas.
“Ésto determina que tengamos que revisar bien qué animal falta, esperar si aparece por haberse pasado algún campo vecino, o darlo de baja del sistema de identificación ganadera”, manifestó.
Malestar
El productor indicó que “el informe del meteorólogo fue equivocado y nos llevó a tomar la situación previa con naturalidad”. “Es preferible que se equivoquen diciendo que se mantiene el alerta naranja y que se prevén fuertes tormentas y precipitaciones, y no al revés como sucedió”, sostiene. “Así hubiéramos dejado el ganado en otro campo y no habría sucedido nada. Sabiendo que al norte puede haber lluvias fuertes, se habrían tomado otras medidas”, subrayó.