Deportes | 14 Jul La participación de Uruguay en el Mundial 2014 dejó un sabor raro, indescriptible. A incertidumbre.
La Celeste se volvió en los octavos de final, después de haber superado con éxito la primera instancia, pero quedándose en el partido ante Colombia, en lo que fue su segunda derrota en el campeonato.
El equipo de Oscar Tabárez debutó con una derrota sorpresiva, por 3 a 1 frente a Costa Rica, que le dio vuelta el resultado.
Con la soga al cuello, Uruguay debió afrontar su segundo partido sabiendo que necesitaba de una victoria para poder seguir soñando, y superó el desafío con éxito al derrotar por 2 a 1 ante Inglaterra.
Fue un partido por demás especial, porque significó la vuelta de Luis Suárez al equipo, luego de que el delantero sufriera una lesión previo al Mundial y posterior intervención. Si bien el “Pistolero” no estuvo ante Costa Rica, se despachó con dos goles frente a los ingleses y le devolvió la vida a Uruguay en el Mundial.
El tercer partido del Grupo D, el del cierre y el que podría darle la clasificación, era ante Italia. Y también era cuestión de ganar o ganar dado que los ticos estaban clasificados y a los italianos les alcanzaba un empate.
Y la Celeste sorteó con éxito un nuevo desafío, para dejar a Italia afuera del Mundial y clasificar a los octavos de final.
Claro que no todo fue tan dulce como se esperaba, dado que Suárez mordió al italiano Chiellini y era de esperarse una sanción para el futbolista, que negó en todo momento la incidencia.
Y la sanción de FIFA fue mucho peor de lo que podría esperarse, ya que no solo sacó a Suárez del partido de los octavos de final ante Colombia, sino que lo penó con nueve partidos con la selección celeste, y con cuatro meses alejado de toda actividad futbolística.
Con ese durísimo panorama, el futuro de la Celeste en el Mundial parecía más que complicado.
Porque en los dos partidos en los que Uruguay tuvo al “Pistolero” en sus filas, no solo salió airoso sino que obligó de otra manera, y los rivales tuvieron por ende un cuidado especial.
Pero además, la sanción de Suárez, que incluso fue expulsado literalmente del Mundial dado que debió abandonar hasta la concentración uruguaya, fue un golpe durísimo para el plantel.
Por eso era complicado el partido ante los cafeteros que, hasta ese momento, venían con viento en la camiseta pero tampoco habían enfrentado a un rival duro, de real valía.
Pero Colombia terminó por vencer 2 a 0 y liquidó todas las aspiraciones de un equipo que dejó todo pero futbolísticamente no pudo, y quedó en claro además que sintió y mucho lo sucedido con Suárez aunque intentó disimularlo.
Sería imposible saber qué hubiera pasado ante Colombia con el “Pistolero” en la ofensiva celeste. Pero visto el nivel de este Mundial que se cerró en la víspera, que no hubo equipos sobresalientes a lo largo de la competencia, la participación de Uruguay dejó ese sabor a incertidumbre, y es imposible no preguntarse qué hubiera sucedido si Suárez hubiera estado ante Colombia e, hipotéticamente, se hubiera medido ante Brasil.
Porque no hubo cucos, y vale preguntarse si el libreto poco dotado futbolísticamente de Uruguay, pero bien aprendido y cargado de ganas, no podría haber dado algún otro fruto.