Deportes | 14 Jul Más de uno pasó sin pena ni gloria, y está claro que el cielo estaba destinado para uno solo. Pero como sucede en cada cita mundialista, hay algunos seleccionados que se transforman en la sensación del campeonato y gran sorpresa, y otras en la gran decepción.
Costa Rica fue, sin dudas, la gran sorpresa del Mundial de Brasil 2014. Los ticos llegaron desahuciados al Mundial, integrando un Grupo D en el que habitaban tres campeones del mundo: Uruguay, Italia e Inglaterra. Por eso, para Costa Rica todo pasaba por no pasar vergüenza.
Pero sin tener nada que perder, aferrado a un libreto por demás aprendido y con un arquero prácticamente indestructible, los ticos vencieron a Uruguay, sorprendiendo al mundo. Pero dejaron en claro que no fue casualidad cuando derrotaron a Italia, y luego empataron ante Inglaterra para clasificar como primero.
Ya en octavos, Costa Rica se dio el gusto de despachar a Grecia por penales, dando otro paso en su histórica participación. En cuartos, en tanto, le dio pelea a Holanda, que terminó imponiéndose por penales y despidiendo con aplausos a los ticos, que se transformaron en la revelación del campeonato.
La otra cara de la moneda fue la España que llegó para defender el título y que se fue por la puerta de atrás, despedida en primera fase tras una desastrosa actuación en el Grupo B.
El equipo de Vicente Del Bosque debutó de la peor manera, con una goleada en contra propinada por Holanda por 5 a 1, que terminó por marcarle el futuro. Y Chile terminó por darle el empujón al abismo al imponerse por 2 a 0, sacándole al campeón el rápido pasaje de vuelta.
De nada sirvió el triunfo de 3 a 0 ante Australia, que ni siquiera pudo maquillar una desastrosa participación.
España se fue rápido, demasiado para un equipo que aspiraba a defender con éxito la corona, y que terminó por ser la gran decepción del Mundial.