Locales | 20 Jul QUEBRACHO (Por Aldo Boffano). Al no trabajar los comedores escolares ni el municipal los días sábados y domingos, y generarse una necesidad, la iniciativa de la vecina de Quebracho Alexandra Pedrol ha podido concretar que se brinde comida caliente al mediodía, los fines de semana, en su propia casa ubicada sobre calle Lavalleja, lado sur de la villa.
Allí encontramos algunos vecinos, sobre todo niños, y en un fogón, una olla dejaba escapar el vapor y un rico aroma. Pedrol explicó a EL TELEGRAFO que “la idea surgió porque sábados, domingos y feriados no funcionan los comedores públicos y hay gente mayor y niños que no tienen dónde cubrir las necesidades básicas de un plato caliente. Porque quien pasó hambre en algún momento de su vida, sabe que el invierno es el peor momento, sobre todo para los más viejitos y los niños”.
“Hablé con mi compañero, me respaldó en la idea y encontramos comerciantes que fueron los primeros que nos apoyaron para retomar algo que supe hace muchos años habría existido en Quebracho, y así salió, también con apoyo de vecinos, esta olla solidaria o ‘popular’, como se llamó en otra época”, expresó Pedrol, quien añadió que “el problema era de todos” y por eso “muchos comerciantes y vecinos comprendieron y apoyaron la idea”. La primera “olla solidaria” se realizó en el Club Social Uruguay, que brindó sus instalaciones. “Se pensó sólo en el sábado de noche, pero ahora lo hacemos en casa, aquí en el barrio Parque de Quebracho al mediodía del sábado y el domingo y muchos son los que llevan un plato para su casa para algún familiar o para tener comida en la noche”.
“Algunos entienden que esto no está bien” pero “por suerte la mayoría dice que sí y apoya. La gente de Quebracho, de la cual estoy enamorada, ya que no soy de aquí, es muy especial y podemos seguir con esta tarea”, afirmó. Proyecta complementar la tarea solidaria con alguna otra “actividad de entretenimiento para la veintena de niños que concurren”. “Estamos comprometiendo también a las personas que vienen, a colaborar en la confección y preparación de la comida, incluso trayendo algo aquel que puede, lo que hace de esta actividad una vivencia más integradora”, finalizó Pedrol.