Sub 19 de Laser

Deportes | 21 Jul La sanducera Dolores Moreira brilló en el Campeonato Mundial Juvenil de la ISAF, en el que alcanzó nada menos que el 10º puesto de la Clase Laser.
El torneo, destinado a la Categoría Sub 19, se disputó en la ciudad portuguesa de Tavira, con la participación de unos 45 veleristas en la clase, lo que habla a las claras de la importancia de haber obtenido ese 10º puesto.
La sanducera compitió con tan solo 15 años, dando ventajas no solo en cuanto a edad sino también a contextura física, además de tener menor experiencia en este tipo de competencias, lo que potencia aun más el hecho de haber logrado un lugar en el Top Ten del Mundial de Laser.
“¡Qué lindo es poder ver a mi país ahí, entre los 10 primeros del mundo!”, dijo Moreira a través de Facebook tras subir las posiciones finales del campeonato, que fuera ganado por la Española Martina Reino, seguida por la estadounidense Haddon Hughes y la finlandesa Monika Mikkola.
“A seguir entrenando que se puede mejorar”, agregó, dejando en claro que continuará intentando ascender en la Clase Laser Radial, a la que se aferrará una vez cerrada su próxima actividad internacional, los Juegos Olímpicos Juveniles y en una clase distinta.
El secreto para estar entre las 10 mejores del mundo en Laser estuvo en realizar una competencia pareja, ubicándose regularmente más o menos en las mismas posiciones a lo largo de todas las regatas que conformaron el campeonato.
Ayer la sanducera voló rumbo a Italia, ya para embarcarse en la clínica de entrenamientos de la Clase Byte CII, en la que competirá en los Juegos Olímpicos Juveniles de Nanjing. Será una semana de arduo entrenamiento bajo las órdenes del técnico francés que orientará no solo a europeos sino también a algunos nautas sudamericanos, con el objetivo de llegar de la menor manera a la competencia que se llevará a cabo el próximo mes.
Luego, Moreira volverá a la Clase Laser para participar en el Sudamericano de setiembre en Perú, clasificatorio para los Panamericanos, soñando con poder participar en los Juegos Olímpicos 2016 o, de no ser posible, en Tokio 2020.
Lo que está claro es que, competencia tras competencia, Moreira va dejando de ser promesa para ser realidad.