Rurales | 23 Jul El director de Obras de la Intendencia de Paysandú, doctor Nicolás Olivera, señaló a EL TELEGRAFO que en los últimos 10 a 15 días, la comuna ha “tenido más de 17 frentes de obra en materia de caminería rural, lo cual significa que son 17 tramos de caminos que se están atacando y trabajando”.
El jerarca municipal se refirió de esta manera a la problemática planteada días atrás por productores de la zona de Cuchilla del Fuego, quienes expresaron su malestar por el deplorable estado de la caminería vecinal y la ausencia de máquinas en la zona, desde incluso la administración anterior. “Tomamos conocimiento del reclamo a través del diario, y en algunas cosas tienen razón los productores y en otras creemos que no, y dista demasiado de la realidad”, aclaró Olivera. “Sin perjuicio de eso, tampoco vamos a negar una situación, que hay caminos que no están en el mejor estado, y somos conscientes de eso”, añadió.
Olivera se mostró molesto con las expresiones de un productor, quien dijo que la Intendencia había anunciado la compra de maquinaria, pero todavía no la había visto en la zona. El jerarca municipal expresó que “la maquinaria nueva la deben de ver todos los días cuando salen de Beisso a Guichón porque están trabajando en ese tramo. Hay que sacarle la picardía al tema y hay que hablar de esto con seriedad”.
Recordó que asumió la Dirección de Obras el 4 de febrero de 2013, comenzando a partir de ahí un proceso “en donde lo primero que teníamos que hacer era una gran reestructura a nivel de recursos materiales y humanos. La maquinaria estaba en un estado complejo y complicado, para lo cual solo este año se han incorporado 52 maquinarias que están al servicio de los productores”.
Sostuvo que “la realidad indica que tenemos un año de un promedio anual aproximado de 1.200 milímetros que llueven en Paysandú, y en el primer semestre ha llovido más de 1.100 milímetros”. Precisó que en lo que va del año, “38 días hábiles del año han llovido, lo que hay que multiplicar por dos o más, porque cuando llueve al día siguiente no se puede trabajar, e incluso a veces hay más días en los que no se puede trabajar”.
Acotó que hecha la cuenta, “solo tres meses enteros del año no se pudo tocar ningún camino”. “Lamentablemente contra el tiempo, que es nuestro principal socio, no podemos competir, lo necesitamos, fundamentalmente cuando hablamos de la recuperación de caminos”, dijo.

PICARDÍA
“Tenemos previsto hacer un buen trabajo en la zona de Cuchilla del Fuego, una vez que finalicemos ese camino hasta Morató”, indicó. “Conocemos la urgencia, pero sabemos ahora que el productor lo ha arreglado, y no he visto cómo quedó el camino después del arreglo”, afirmó. “Ahí va también la suspicacia o la picardía. Dicen que lo arreglaron, pero en muchos caminos del departamento hay vecinos que por temas de la fuerte lluvia tuvieron que tirar algún viaje de material, y eso no es arreglar los caminos”, apuntó Olivera.

DINAMITAR
Por otra parte, a mediados de abril de este año un productor denunció los problemas que debió afrontar debido al mal estado del cerro ubicado en la zona de Cuchilla del Fuego, que imposibilitaba el ascenso de camiones cargados con ganado.
“Tomamos contacto con la gente del Ejército Nacional, porque uno de los eternos problemas de ese camino es que en algunas partes es un cerro, piedra en donde no se le puede entrar con ningún tipo de maquinaria y la idea era dinamitar una parte del cerro para hacerlo transitable y evitar un cerro grande que hay, y que impide que los camiones con carga puedan subirlo con facilidad”, indicó Olivera. Acotó que “esto también es uno de los aspectos en donde procuraremos, en breve, encontrar una solución para los productores”.

CORREDORES
La Intendencia de Paysandú trabaja actualmente en lo que se consideran “tramos viales, ejes o corredores viales, que hacen a la salida primordial de la producción”. En la zona que comprende el camino entre Guichón y Morató, “que hace más de diez años que no se hacía, se está trabajando actualmente sobre unos 60 kilómetros, con entre cinco y seis camiones, dos motoniveladoras y la maquinaria necesaria para hacer un recargo de importancia”, explicó Olivera.
“Esto se realiza para que no suceda lo que venía aconteciendo, que era volver al camino cuatro o cinco veces al año, porque no daban paso. Esto supone una tremenda erogación, no solo de dinero, sino también de tiempo, porque hay que hacerlo bien y lleva más tiempo”, agregó. Otro corredor que la comuna piensa “atacar”, es el camino que desde Ruta 26 va a pueblo Gallinal y Cerro Chato, “en donde ya está enviándose la maquinaria y se está obteniendo material”.
“Allí se va a hacer un muy buen trabajo, pero además se cumplirá un viejo anhelo de los vecinos como es la pavimentación”.