Locales | 19 Jul MONTEVIDEO, 17. (Por Enrique Julio Sánchez). El desplante de Tabaré Vázquez, quien pidió que representantes del Congreso de Intendentes lo entrevistaran por separado y sin prensa en su cuartel general del Four Points por su calidad de expresidente, la amabilidad de los otros cuatro presidenciables que aprovecharon ese error de campaña del Frente Amplio, el impacto del “trabajo social” en las economías departamentales (del 15% de sus presupuestos), el déficit de 280 millones de dólares en caminería rural, y hasta la sorpresa por la propuesta de Unidad Popular de eliminar el Senado, pautaron el plenario realizado en Montevideo.
Comenzó a las 14, y no a las 10 de la mañana como estaba inicialmente previsto, porque a esa hora tres de los cinco intendentes frenteamplistas: Ana Olivera (Montevideo), Patricia Ayala (Artigas) y Artigas Barrios (Rocha), junto a dos nacionalistas, Armando Castaingdebat (presidente del congreso e intendente de Flores) y Guillermo Besozzi (Soriano) y el colorado Marne Osorio (Rivera), concurrieron al hotel Sheraton Four Points, donde el presidenciable frenteamplista tiene su bunker.
Aunque posteriormente, algunos intendentes -especialmente frenteamplistas- dijeron públicamente que se había dado a los presidenciables la posibilidad de asistir al plenario o pedir una entrevista privada, lo cierto es que en plenario donde se decidió invitarlos formalmente, los jefes departamentales habían dejado muy en claro su interés de recibirlos en el plenario.
No obstante, Vázquez movió las piezas de su ajedrez, al enterarse de esa intención, y antes que fuera enviada la carta por parte del congreso, hizo ingresar una propia al plenario realizado en Sauce, con lo que defendió su reina y obligó a los intendentes a ir a su lugar, en reunión que mantuvo en secreto a la prensa, esto es a la opinión pública. Al mismo tiempo, también cerró la banda a trece de los 19 intendentes, que no asistieron.
“No se puede entender por qué hizo esto, se regaló”, murmuró un intendente. “No me corresponde opinar, que opine la gente. Nosotros estamos acá, nos encanta estar acá”, disparó Luis Lacalle Pou, casi tentado a aplaudir.

DESCENTRALIZAR “LA CAJA”
El sanducero Jorge Larrañaga, intendente en dos períodos, actual senador y candidato a la vicepresidencia en fórmula con Luis Lacalle Pou, por iniciativa de éste último, fue el que llevó la “voz cantante” en la intervención blanca.
Con su particular estilo, mezcla rara de bonachón y gruñón, “el guapo” mostró su nostalgia por los momentos vividos en la herradura del congreso, del que fue presidente, y dijo que “ejercer el gobierno es sufrirlo, porque siempre ante el reclamo nos damos cuenta que no tenemos los recursos suficientes”.
Por eso aseguró que “el país necesita desarrollo nacional integral, necesita descentralizar la caja fuerte, porque si no la descentralización de competencias y cometidos -sin el correlato de los recursos económicos- se transforman en un discurso vacío”.
Y, en la línea de seguir descentralizando, dijo que “nos parece fundamental que el gobierno nacional tenga una suerte de consejo de ministros con los intendentes municipales (departamentales); ese era el espíritu de la reforma (constitucional) de 1996, de la Comisión Sectorial de Descentralización”.
Por su parte el presidenciable Luis Lacalle Pou puso tranquilidad al indicar que “no tenemos complejos fundacionales”, dando a entender que no pretende llegar al gobierno de la mano del viejo éxito de “Los Shakers” (“Rompan todo”). “Puntualmente, en relación a la patente única, no me gustó la solución, no la compartía entonces, pero está andando y el deber es no modificar todo lo hecho”.
“Los gobiernos nacen para satisfacer las necesidades de los individuos y no a la inversa, por eso más gobierno no significa mejor gobierno”. Y entre los planes de punta que propone dijo a los intendentes que “desde ya los invito a trabajar con nosotros en asentamiento cero, es un proyecto posible en todo el país, pero para que salga bien necesariamente tendremos que contar con el intendente de cada departamento”.

ELIMINAR EL “GASTO SOCIAL”
Una de las principales demandas de los intendentes a los cuatro presidenciables -se desconoce si también fue presentada a Vázquez- fue la de reducir o eliminar el “gasto social” como lo ha denominado el intendente de Río Negro Omar Lafluf. Por eso se nombra todo gasto que las intendencias deben realizar para solucionar problemas de los organismos nacionales, especialmente de los ministerios de Salud Pública y de Educación y Cultura, reparando centros de enseñanza, abriendo y atendiendo policlínicas, manteniendo ambulancias y más. Ese gasto ha sido valuado en el 15% de cada presupuesto quinquenal.
Una y otra vez los intendentes indicaron a los presidenciables que era necesario que el gobierno nacional se hiciera cargo de esas inversiones y gastos, pero que no se continuara apoyando en que “las intendencias de todas maneras van a terminar haciéndolo” porque “no queda otro remedio, porque el vecino golpea primero la puerta de la Intendencia, porque cree que todo lo que está mal, lo debe solucionar la Intendencia”, dijo Lafluf.