OPINIÓN

Locales | 27 Jul MAESTRA AGREDIDA
Ante los sucesos acaecidos de pública notoriedad, que da cuenta de la agresión física a una Directora de Montevideo, un grupo de maestras de Paysandú, se reúne espontáneamente a fin de reflexionar sobre las situaciones de violencia que se vienen reiterando en el ámbito escolar, en contra de los/as docentes. Estos hechos y otros que no han sido denunciados, causan preocupación y dolor por parte de los educadores, quienes están a diario impulsando el desarrollo y aprendizaje de los niños, así como el cuidado de éstos en forma permanente, dentro de los locales escolares. Son los maestros los que tienen la difícil tarea de enseñar, planificando hasta altas horas de la noche, descuidando sus familias y en especial los propios hijos, buscando a diario nuevas estrategias y recursos para mejorar sus prácticas. A esto se le agrega la formación en valores que asume la escuela, tarea que le corresponde a la familia, desde los primeros pasos del niño.
Esta medida de no dictar clases es la única herramienta y acción que se puede adoptar en estas circunstancias para expresar el repudio a este tipo de agresiones, que se dan cada vez con mayor frecuencia y en varios departamentos del país. Con esto no se quiere “castigar”, ni “culpar” a todos los padres de las escuelas, porque se sabe y se tiene clara conciencia de que, la mayoría, tal vez un 98% de ellos apoya y acompaña a las instituciones educativas pues de otra forma no funcionarían las escuelas públicas. Es aproximadamente ese 2% restante que daña el sistema, no solo con violencia verbal y física a los docentes, sino también atentando contra los edificios educativos.
Se percibe que los docentes viven una situación de vulnerabilidad y desamparo, donde están siendo lesionados sus derechos como seres humanos y profesionales.
No se puede, ni se deben justificar estos hechos, pero si se espera que quien tenga la potestad de hacerlo tome recaudos urgentes, con medidas preventivas que aseguren la integridad física y psicológica de los maestros, para que en un futuro no continúen este tipo de ataques, provocando un mal mayor.
Los maestros reunidos se solidarizan con la Directora de la Escuela Nº 130 de Montevideo y con las demás colegas que han sufrido este tipo de situaciones.
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