Paysandú, Martes 29 de Julio de 2014
Policiales | 28 Jul La sociedad guichonense se vio conmovida en la tarde del domingo por un trágico hecho: un joven enajenado terminó con la vida de un sobrino, de 11 años, e hirió severamente a su propia madre.
El mediodía había pasado y en el vecindario de la zona de 19 de Abril y Sarandí –cerca de la Escuela Técnica-- todo era calma, como cualquier otro domingo en Guichón. Alrededor de las 15, un joven matrimonio dejó a su hijo de 11 años y a su hija de 13 al cuidado de su abuela, a fin de salir a hacer un mandado. La abuela de los niños, viuda desde hace algunos meses, recibió a sus nietos en su casa, una humilde vivienda ubicada en el mismo predio que la de sus hijos, sin siquiera imaginar la tragedia que poco rato después ocurriría.
Es que también en el terreno familiar –en otra vivienda ubicada al fondo-- vive el hijo menor de la señora, de 19 años, caracterizado por su adusto carácter, con aparentes alteraciones siquiátricas y personalidad difícil, que –según comentarios de allegados-- solo el padre de la familia lograba controlar. Ahora, fallecido el padre –dueño de un taller de reparación de cocinas a leña-- la situación parecía ser difícil, pues sus actitudes solían generar cierta desconfianza entre su familia y vecinos.
Tal desconfianza pronto se convirtió en miedo y finalmente en pavor cuando el joven atravesó el terreno y se dirigió a la casa de su madre, donde –por razones que aún no se han podido establecer-- la atacó con un hacha. Sin medir que se encontraba ante su progenitora, el atacante blandió el hacha contra la cabeza de su madre; le cortó una oreja y parte de la cara. Cuando el niño intentó defender a su abuela, su tío reaccionó partiéndole el cráneo de un hachazo, para luego volver contra su madre, de 62 años, a quien ocasionó repetidos cortes, uno de ellos bastante profundo en el rostro.
La jovencita pudo escapar de la casa y fue de inmediato asistida por vecinos que ya estaban en estado de alerta ante los gritos que provenían de la casa de la familia en aprietos y que habrían sorprendido al joven en pleno ataque contra su progenitora, lo que evitó que le quitara la vida. Al saberse descubierto, el homicida se dio a la fuga, pero fue capturado en las cercanías del lugar del hecho.
Los vecinos también fueron quienes trasladaron de urgencia al niño al Hospital, donde de inmediato se montó un operativo de emergencia, en el que intervinieron los médicos de guardia de Salud Pública y de Comepa, siendo cinco facultativos los que pusieron todo su esfuerzo para salvar al niño que, debido a las terribles heridas que presentaba, no sobrevivió.
Y en tanto el equipo médico trabajaba intensamente, personal del Hospital llamaba en forma urgente a la Policía e intentaba mantener trancadas las puertas del Hospital, pues era obvio el temor a que quien había atacado tan salvajemente a un niño pudiera estar cerca. En ese momento el caos era tal que los médicos no tenían idea que el propio tío había dado muerte al niño, al tiempo que el padre del pequeño –en medio de su lógica desesperación-- quería tirar abajo la puerta del Hospital para intentar ver con vida a su hijo menor, asesinado a manos de su propio hermano.
Y como si esto fuera poco, minutos después del ingreso del niño al Hospital, otros vecinos trasladaron a la abuela, gravemente herida, a quien el equipo médico condujo de inmediato a Paysandú, donde se encuentra ahora internada y se teme por su vida.
A todo esto, la Policía detuvo al agresor, de quien se dice pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su dormitorio, aparte de la vivienda y de vez en cuando realizaba algunas “changas”. No le conocían amigos y los vecinos lo describen como “retraído y solitario”. Ya se encuentra a disposición judicial y, de acuerdo a lo que pudo saber EL TELEGRAFO, sus declaraciones serían un tanto incoherentes.
En el lugar actuó personal de la Seccional 12ª, el Comando de Jefatura y Policía Científica.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Jul / 2014
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com