HOY HABRÁ OTRA AUDIENCIA EN SEDE JUDICIAL

Locales | 29 Jul El empresario Gabriel Pérez Morgan concurrirá hoy nuevamente a la Justicia, por el juicio en su contra que lleva adelante la dirección de Alcoholes del Uruguay (ALUR), por difamación. Asimismo, enfrenta otro juicio -por calumnias y simulación de delito- que lleva adelante el exdirector de ALUR (y posteriormente presidente de Ancap), Raúl Fernando Sendic.
Pérez Morgan (montevideano, de 66 años), junto a Alfredo Correa (también montevideano, 64), horas antes recibieron a EL TELEGRAFO, en el hotel donde se hospedaban en la rambla Mahatma Gandhi, en la capital del país, donde ratificaron sus dichos, los que precisamente los llevan ante la Justicia uruguaya.
Tras denunciar que el otorgamiento de la obra de la planta de etanol en Paysandú -en licitación cerrada y por invitación- a la empresa española Abengoa generó “una facturación monstruosa” pues “por una planta que nuestra empresa -Serrana Bionergía, de Brasil- puede hacer en entre 59 y 60 millones de dólares, considerando la planta, obras periféricas y demás, se pagará 147 millones de dólares (la estimación oficial de ALUR es de 120 millones de dólares)”.
“Tras tres años de querer nosotros participar del proceso de licitación, después de entrevistarnos con el presidente José Mujica, quien frente a nosotros le dio la orden al director de ALUR Germán Riet de que se nos entregaran los pliegos y se nos permitiera participar, que nunca se cumplió, denunciamos sin miedos la verdad, porque el precio que se paga es monstruoso”.
“En definitiva, lo que se hizo fue un show para darle un tinte de legalidad a un proceso que venía con las cartas marcadas. Hubo una sobrefacturación monstruosa y no fue nada transparente. Lo digo aquí, en la Justicia y el cualquier lado porque es la verdad”, sostuvo Pérez Morgan.
Aseguró además que Serrana Bioenergía solicitará “un peritaje técnico” del proceso de licitación “si la ley lo permite. Porque ésto es un robo, no tengo ninguna duda. Ésto es un problema ya de país. Vamos a olvidarnos de Serrana, ellos hablan de Serrana para desviar el tema central que es la sobre facturación. Olvídense de Serrana, ya la planta está hecha”, subrayó el empresario Pérez Morgan.

EL MISMO PROYECTO,PERO SIN QUE SERRANA PUDIERA PARTICIPAR
Explicó que en 2006 mantuvieron una serie de reuniones con autoridades de gobierno, entre ellos el entonces ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, José Mujica “quien nos refirió al entonces presidente de Ancap, Daniel Martínez y al director de ALUR, Raúl Fernando Sendic. Por éste último, nunca fuimos recibidos en lo absoluto”.
Con capitales brasileros, la idea era construir una fábrica de alcohol de etanol anhidro (para la mezcla con gasolina) “a partir de granos, con producción de 200.000 litros por día, 70 millones de litros al año, exactamente igual a la que ALUR está ahora construyendo en Paysandú”.
“En esa época la tonelada de granos valía 113 dólares, pero hoy está a 200 dólares. Los parámetros cambiaron, por lo que no se puede trasladar aquella propuesta al hoy. Pero la idea es invertir en forma privada y venderle alcohol a Ancap, con una paramétrica que tomaba en base el precio de la gasolina, pero que era entonces de 70 centavos de dólar el litro”. En ese entonces, “la inversión era de 35 o 40 millones de dólares”.
En ese momento “no hubo acuerdo” hasta que en 2011 “nos enteramos por la prensa que un proyecto exactamente igual se iba a realizar en Paysandú. Nosotros, que teníamos un plan terminado, de inmediato quisimos participar. Buscamos los pliegos de condiciones pero no los encontramos en ningún lado. No estaban, simplemente. Porque era una licitación privada a la que se accedía solamente por invitación”.
“Peor aun”, agregó Pérez Morgan, “ALUR recibía las ofertas de manera confidencial, es decir los oferentes no sabían cuánto ofrecían sus competidores. Se recibieron -según ellos- siete ofertas. Nadie sabe los detalles hasta el día de hoy”.
Aún sin conseguir los pliegos, obtuvieron una entrevista con el presidente Mujica, a quien acompañaba el director de ALUR Germán Riet. “Ahí nos enteramos que el proceso estaba avanzado, que había dos empresas en carrera y que no estaba adjudicado el proyecto. Delante nuestro, el presidente Mujica le ordenó a Riet que se nos entregaran los pliegos y se los permitiera participar. Hasta hoy, no se nos han dado los pliegos”.

AHORA QUIEREN IR “HASTA EL FINAL”
Tras realizar todas las acciones posibles sin éxito, los empresarios decidieron “ir hasta el final”, ésto es “desenmascarar todo el proceso, porque aquí hay un problema de conciencia”. Pérez Morgan sostiene que “el capital estimado de costo de inversión para plantas de etanol, utilizando granos, a nivel internacional, es de entre 0,45 y 0,60 centavos de dólar por litro producido. Esto quiere decir que una planta de 70 millones de litros como la de ALUR vale 42 millones de dólares. Eso es lo que nosotros además decimos, y el precio que nosotros siempre manejamos como inversión necesaria”.
“Para que la planta de ALUR cueste 147 millones de dólares, están pagando 2,10 dólares por litro de alcohol producido. Un verdadero disparate. Eso hace totalmente inviable la inversión y eso producirá el desvío de dinero desde una empresa pública, Ancap, pasará a una empresa de derecho privado, como es ALUR. En definitiva, esta sobrefacturación nos afecta como ciudadanos, ni siquiera ya considerando los posibles perjuicios empresariales. Aquí el asunto es mucho más profundo”, agregó.
Destacó que ante las denuncias de las que ahora es objeto en la Justicia, “presentamos mucha documentación que reafirma todo lo que decimos. No estamos diciendo nada más que la verdad. Y hay profusa documentación internacional, de muy serias universidades, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y de otras fuentes, que fue entregada a la Justicia, que sostiene nuestra postura. Lo que ocurre con la planta de Paysandú es un verdadero robo. No tengo duda alguna”.
“Por ejemplo, se acaba de construir en Modesto, California, una planta que producirá 232 millones de litros de etanol al año y su costo es de 132 millones de dólares, incluidos las obras periféricas y demás. Esa es la verdad en el mundo, debe ser verdad en Uruguay también”.
En cuanto a las obras periféricas, Pérez Morgan explicó que “si bien no podemos saber qué incluyeron, sí podemos decir que básicamente son la caldera, que fue comprada en Brasil, a no más de 8 millones de dólares; los silos de almacenamiento, que dependerá de su capacidad, pero que andan entre tres y cuatro millones de dólares; el tratamiento de efluentes, y los biodisgestores para este tipo de plantas agregan otros tres o cuatro millones de dólares. Éstos son los precios reales. Cómo el proyecto aprobado, el de Abengoa, llega a los 147 millones de dólares, realmente, es imposible siquiera imaginarlo”.