Fue un contador anunciando el cierre por quiebra

Locales | 30 Jul Los diez trabajadores que quedaban aún en la imprenta Rolypel --cuyo titular es Redicor S.A.-- y tenía como director a Pedro García, ocuparon ayer las instalaciones de la empresa en Leandro Gómez y Libertad, cuando se les confirmó por parte de un contador que vino desde Montevideo que la empresa iba a cerrar y declararse en quiebra.
Rachel Romero, trabajadora de la empresa, y Manuel Cabrera, como representante del Sindicato de Artes Gráficas, explicaron a EL TELEGRAFO la situación planteada y los pasos a seguir, señalando que desde 2011 había problemas con la empresa, ya que “se había planteado un conflicto por diferencia salarial, que era sustancial y no llegaba ni siquiera al laudo. La empresa fue citada por el Ministerio de Trabajo y su representante, Pedro García, reconoció la diferencia salarial que había y pidió tiempo para sanear la empresa. Pero los plazos se alargaron y pedimos el cobro de esa diferencia salarial. Hoy en día nos encontramos en una situación de que la empresa cerró y no les avisó a los trabajadores”, dijo Cabrera.

“QUEREMOS UN ACUERDO”
Sin embargo, dijo que “sí vino el liquidador, que es un contador, y dijo que en este momento la empresa cerraba e iba a la quiebra. Y no sabemos realmente a quien representa, porque el encargado anterior no está. Nosotros queremos llegar a un acuerdo, sentarnos en la Oficina de Trabajo del Ministerio para dialogar y arreglar esto”.
Agregó que “del lado de la empresa el contador vino esta mañana, pero no tiene una propuesta concreta para los trabajadores con respecto a la deuda, que hoy se acrecentó y entre los trabajadores despedidos y los actuales la deuda anda alrededor de los diez millones de pesos. Y el contador no trajo ninguna propuesta, aunque nosotros le reclamamos la licencia, salario vacacional y liquidación por despido, y además está el retroactivo”.
Sobre si el contador dio alguna información sobre dónde estaría el dueño, dijo que “nosotros en principio pensamos que esta sociedad anónima tiene un grupo económico importante de Paysandú atrás, pero son sospechas, precisamos cosas concretas. Pero nadie dio la cara para resolver esta situación”. El contador representante “vino para decirnos que esto no tiene solución, y que la empresa presenta una deuda de 500.000 dólares, y nosotros pensamos que es la deuda que tiene con los trabajadores más lo de los proveedores, que están golpeando todos los días pretendiendo cobrar”.

DIEZ PERSONAS SIN EMPLEO
Rachel Romero dijo, por su parte, que “somos diez personas las que estábamos trabajando, y nos quedamos sin empleo”. Sobre si no hubo ningún preaviso sobre la situación, dijo que “el lunes de la semana pasada se nos informó por el contador que la imprenta iba a dar quiebra, y el sábado cuando nos retiramos nos dijeron que el lunes nos presentáramos a trabajar hasta que cortaran la luz. Pero no supimos nada más, nadie dio la cara. Pedro hace más de 10 días que no aparece por acá, y él fue el que nos tomó, es el director”.
En cuanto a si la empresa tiene trabajos para realizar, dijo que “sí, hay trabajos pendientes, pero lo que no tenemos es materiales, ni papel ni tinta. Y es impresionante la cantidad de pedidos que hay”.
Sobre qué piensan que pasó en la empresa, si tienen trabajo para hacer, Cabrera afirmó que “hubo un vaciamiento de la empresa. Pero al no liquidar lo que se debe, el reclamo pasa a la Justicia que va a tener que tomar una decisión por el monto requerido”.
Hasta hace algún tiempo, hubo 15 trabajadores en la imprenta, y la plantilla se fue reduciendo por retiros y despidos.