OPINIÓN

Locales | 03 Ago En sintonía con
el recuerdo...
Sin duda que en noventa años de existencia transitan mil sucesos, acontecimientos, vividas en la vida de una radio. Tal el caso de la entrañable CW 35 Radio Paysandú. La que hace muy poco festejó su nonagésimo aniversario. Es que la llevamos muy en el corazón pues en esa casa periodística fueron nuestros primeros balbuceos en el micrófono, guiado por una vocación inequívoca. Fue en 1967 cuando comenzamos a transitar un camino que nuestro fuero interior guiaba. Hoy cuando se han concretado noventa años de protagonismo en la comunidad sanducera y se celebra con júbilo tan onomástico no se puede estar ajeno a este hecho más cuando por algunos años uno fue partícipe de memorables realizaciones.
Incluso, ser entre 1967 y 1972 parte activa de las realizaciones radiofónicas de “la 35” dirigida en esos tiempo por Don Martín Alfonso Ordoqui, secundados por “Chichita”, Jorge y Sergio, sus hijos. Cuando observamos con indisimulada pasión y alegría el más que merecido reconocimiento de un “hermano” del periodismo --Diario EL TELEGRAFO-- que en el suplemento Quinto Día del domingo 18 de mayo dedica tres páginas a la llamada “emisora sin fronteras”. Por allí cita, tras un subtítulo “nombres imborrables” a muchos de quienes fueron y algunos siguen siendo amigos comunes del micrófono en una profesión que básicamente es estimulada por la vocación y pasión.
“Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces”. Lo escrito por el poeta romano Marco Valerio Marcial marca concretamente lo que en lo personal vivimos ante un nuevo cumpleaños de la 35. Aún en nuestro fuero íntimo. Y debemos destacar a figuras que fueron de gran destaque por esos años, pero en algunos casos emblemáticas, referentes de un estilo. Íconos la mayoría de ellos en la radiotelefonía sanducera. Sumo por ello figuras de la talla de Alberto “Beto” Dione, un polifacético, virtuoso en sus expresiones, notable conductor y animador. Sin duda referente por siempre. Ernesto Barrié “Pirincho”. Argentino que los sábados a la tarde gestó un programa entretenido lleno de buen humor y música. Gilberto Generalli, salteño que recaló en la emisora son singular suceso, poseedor de una voz muy particular. Es ponderable recordar, porque nos viene a la memoria cuando llegábamos a cada jornada nocturna a la casa de 18 de Julio 1044, la figura de Don Carlos Ceriani, una especie de “jefe de la noche” con particular bonhomía, que tenía entre otros cometidos grabar la recordada información de “la voz de los Estados Unidos” que luego se retransmitía en los informativos diarios.
Luis Alberto West, Juan Bosco Oberti, Carlos González Cardozo y Daniel Maidana, siendo voces referentes de las noticias de cada jornada. “Filho” Ortiz, quien alternaba la locución con la parte técnica junto a Julio Doune. Locutoras de la talla de Silvia Soñora (a su vez combinándolas con tareas administrativas) y María Julia Magnín, con singular expresión y timbre de voz.
Y ni que hablar de hombres que marcaron una época en las transmisiones deportivas como Fernando “Negro” Turrión en los relatos, Juan E. Mundel “Néstor”, Esteban Heredia y Osvaldo Benítez Peralta en los comentarios. Angel Andrada y Aguilar como vestuaristas, y la por siempre recordada voz de Raúl J. Vidal con su particular participación de la “computadora Burroughs” actualizando los datos estadísticos y de información. Anexando en algún momento aportes de rico contenido deportivo “Yayo” Zapata y el recordado programa “Ecos del deporte” que encuadraba la gestión del grupo. Por esa época no puede omitirse a Isidoro Smukler, un técnico avezado, corajudo, pasionario, escudriñado siempre junto a “pre” (amplificadores), grabadores y consola para que la emisión fuera de calidad.
Tiempo después, surge un equipo integrado por Andrés M. Saragó, Julio M. Frugoni, Beto Dione, Carlos González Cardozo, Roberto Coelho, Raúl. J. Vidal, Hugo “Filho” Ortiz y quien suscribe. Fue todo un desafío más cuando se debieron encarar los campeonatos del Litoral con los consabidos viajes que dejaron simpáticas anécdotas. Renovada la plantilla, años después también fue partícipe del grupo Sergio Perazza.
El punto medular que nos llevó a presentarnos en el mes de marzo de 1967 en CW 35 fue un concurso de informativista. Esa área estaba liderada por Jorge Sierra, activo y muy celoso en su acción periodística con su mano zurda presta a sacar con tremenda rapidez una noticia, prescindiendo del grabador. Así fue que tras presentarse un número importante de aspirantes al área de informativos, fueron cuatro los que quedaron: Mario Molinari, Aníbal Turrión, Teótimo Leiva y quien suscribe este recuerdo. Antes había estado vinculado al rubro informativos también Eduardo Provera.
Más atrás, el transcurrir de la radio marcó presencia en el éter, entre otros, de Washington Campos Videla, un exquisito de la comunicación y el comienzo de Raúl Francolino, por citar a alguien que ha perdurado en el tiempo como uno de los grandes relatores que ha dado nuestro terruño. Citemos a Alberto “Flaco” Vidal, una de las excepcionales voces de la época, a Benigno “Gordo” Torres, “Lalo” Menafra. También queda patentizado en el tiempo los editoriales de Héctor Viacava quien rubricaba con el seudónimo de HV en los editoriales que encabezaban los informativos.
Merece tener presente al “Turco” Chain quien en la planta emisora de la calle Montevideo al sur “montaba guardia” para que la emisión no sufriera dificultades, conectándose cuando ello sucedía a través del teléfono a manivela.
CW 35 tuvo en determinado momento dos móviles, camionetas Volkswagen doble cabina rojas, con cúpula donde en la parte trasera portaban los respectivos generadores para alimentar los equipos de transmisión. Y a propósito de ello, asistimos a la puesta en marcha de equipamiento VHF, los cuales tenían la sala de recepción (los que recuerdan el viejo local de nuestra principal arteria) en un entrepiso que se estaba al fondo del pasillo tras pasar las puertas de acceso a cabinas, estudios y sala de prensa.
Dos que lo suyo cumplían con su responsabilidad: el “Flaco” Soria como cobrador y Horacio Sequira “el cadete”.
Y cómo olvidar que la 35 fue pionera en la grabación de placas de acetato para la edición de discos de publicidad, cortinas y/o presentación de programas. Como también alguna ocurrencia picaresca con la viruta que generaba tal grabado.
Tantos otros programa que también fueron íconos por aquellos tiempos como: Discomanía 35, Campanas del Rosario, Panorama Rural con sus “telefonemas”, “Usted tiene la palabra”, conducido por Jorge Sierra.
En fin, para quienes arrancaron como tantos otros en el maravilloso mundo de la comunicación atraídos por la vocación y cuando todavía no había cátedra haciendo de cada paso una experiencia valiosa, contando eso sí con la impronta de coraje y continuidad más allá de los avatares, vivir íntimamente un cumpleaños de la radio que nos abrigó los primeros pasos, da felicidad. Por eso debo agregar la expresión de Luciano Blaga, otro poeta y filósofo rumano: “El recuerdo es un invernadero de las alegrías pasadas”.
Carlos Bentancourt Zabala