Rurales | 03 Ago El ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín, técnico del Instituto Plan Agropecuario, indicó a EL TELEGRAFO que “este es un invierno bastante particular”, con precipitaciones por encima de lo normal para la época, y en donde “todavía hay pasto de relativa calidad”.
La primera mitad del año comenzó “con déficit en el crecimiento de forraje, sobre todo en enero y en la zona de basalto, en donde comenzó a llover a fines de ese mes”, apuntó el profesional. “Después en febrero se recuperaron las tasas de crecimiento de las pasturas naturales y estuvieron en términos promedio de los últimos años”.
Recordó que en marzo y abril “el crecimiento fue muy por encima de lo normal, del orden del 20 a 30 por ciento --y por encima de los últimos 14 años--, lo que determinó que en términos generales se entrara con una buena disponibilidad de pasto comparándolo con los otros años”.
La característica de este año ha sido lo parejo de las lluvias. El mayor registro, de acuerdo a datos aportados por la Estación de Meteorología de Paysandú, corresponde a febrero con 235 milímetros (135 es lo que habitualmente llueve en el mes); le sigue enero con 206 (100), abril 187 (103), mayo 129 (77), marzo 101 (147), junio 39 (70) y en julio 110 (71).
En estos últimos dos meses las tasas de crecimiento “han sido bastante similares al promedio de los últimos 14 años, siendo un invierno al que se entró con pasto, y que han transcurrido con pocas heladas y mucha agua, y a pesar de que la calidad de pasto ha disminuido producto del enfriamiento que hubo, en términos generales todavía hay relativa buena calidad”.
El técnico sanducero entiende que “está siendo un invierno diferente y los pronósticos indican que seguirá lloviendo, y además no han hecho muchos días continuos de frío, que para la ganadería se puede considerar bueno desde el punto de vista del crecimiento y la cantidad de pasto que manejan los productores”. Aclaró que se ingresó al invierno con pasto en los campos del país, “por buenas tasas de crecimiento anteriores al invierno. Desde el punto de vista del crecimiento del pasto entre un invierno muy bueno y uno muy malo, hay muy poca diferencia”.
La diferencia “sí puede afectar al ganado, desde el punto de vista de su bienestar. No es lo mismo tener un invierno llovedor y frío que eso lo afecta bastante, al invierno que actualmente tenemos sin jornadas de muy baja temperatura”. De todas maneras, resaltó que “por las lluvias de febrero, marzo y abril es que se entró al invierno con pasto”.
Desde el Plan Agropecuario “se está trabajando con los modelos de simulación que permite hacer experimentos virtuales, probando cosas con un modelo, y ahí se aprecia claramente lo que habitualmente se afirma”.
Acotó que siendo un invierno de estas características o de varias jornadas de bajas temperaturas, “siempre se sale del mismo con poco pasto, aunque si se ingresa al invierno con poco pasto luego suceden cosas graves, que llega al extremo de la muerte de animales, por lo que se debe suplementar en forma estratégica para salvar el ganado”. Ante esto puso como ejemplo que “si se cierra el mejor campo de basalto, los 100 o 90 días del invierno, hay entre 2 o 2,5 centímetros de pasto, que son aproximadamente 600 kilos de materia seca, lo cual es muy poco”.
Pereira aclaró que “ya pasamos el pozo”, refiriéndose a que el peor mes de crecimiento de pasto es junio, por lo que “a partir de ahora todo comienza a mejorar, debido fundamentalmente a que las horas de luz aumentan y los días son un poco más largos”.

MONITOREO
De acuerdo al trabajo de monitoreo satelital que lleva a adelante la institución, con la tarea pormenorizada de Marcelo Pereira, se aprecia actualmente en la comparación del basalto con la zona del noreste, que “hay una diferencia que explica que el crecimiento del pasto en el basalto durante el otoño, fue bastante mejor que la zona del noreste”.
Agregó que “si bien ahora las tasas de crecimiento en el basalto están normal, en el noreste (departamentos de Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo), las tasas son por debajo del promedio. O sea, que no en todos lados sucede lo mismo”.