Locales | 04 Ago El grupo ecologista Paysandú Nuestro coincide con la decisión adoptada por las autoridades comunales de talar la totalidad de los eucaliptos que se encuentran en la zona comprendida entre el Museo de la Tradición y el Parque de los Niños, en el Balneario Municipal.
“Hemos pedido la opinión de varios especialistas en el tema y son coincidentes en que esos árboles están enfermos y con diferente avance de la patología. Su pérdida es lamentable para el patrimonio sanducero, pero entendemos que algunos constituyen un riesgo para las personas”, indicaron.
Además de la tala propiamente dicha, el grupo señaló que en la costa sanducera no hay mayores intervenciones desde una perspectiva urbanista, tendientes al mejoramiento de la rambla hasta El Chorro, “inclusive existe un deterioro en las obras realizadas bajo otras administraciones municipales que demuestran poco mantenimiento. Si a eso le sumamos la tala de los árboles, nos preocupa lo devastado que quedará el lugar”. Ante esta situación, el colectivo manifestó sus expectativas en que la Intendencia “seguramente tenga un plan un poco más abarcativo que reponer solo las especies que se pierden en el lugar, sino contribuir a mejorar la zona”.
En tal sentido, resaltaron la necesidad de mantener “una comunicación clara y contundente desde la administración municipal para los vecinos sanduceros que escuchamos hablar de la tala de los árboles pero no viene asociado a una explicación concreta de cuáles se van a talar y por cuáles se van a reponer”.
Según el equipo de voluntarios, en los viveros se consiguen ejemplares autóctonos de rápido crecimiento hasta alcanzar unos tres metros en cuatro a seis años para disfrutar de su sombra y consignaron que “es oportuna la forestación con especies nativas de buen porte tanto como su seguimiento, porque varios ejemplares plantados en la costa han sido vandalizados”·.
Otro aspecto que preocupa al colectivo es el destino que tendrá la madera, tras el corte de los árboles.
“Nosotros --que más o menos entendemos de árboles y maderas-- vimos con dolor que se iban las vigas de eucalipto colorado, que es de muy buena calidad para construir mobiliario urbano y resistente a la intemperie a diferencia del eucalipto blanco que se cultiva para la producción de celulosa”.
Paysandú Nuestro sostuvo que es “una madera muy noble y se trata de una especie de crecimiento lento, por eso entendemos que de alguna forma es un crimen que se vayan en astillas y nuestra propuesta es licitarla para que los aserraderos puedan hacer tablas y se devuelva de alguna forma a la sociedad en forma de mobiliario, como bancos o pérgolas a instalarse en la misma zona de la playa”. El grupo ha reforestado el área costera con diversas especies en forma conjunta con centros educativos e instituciones y más de 200 árboles se encuentran en lugar “de acuerdo a un sentido paisajístico y su relación con el río. Queremos ofrecer esa experiencia a las autoridades para contribuir, sin pretender sustituir la tarea que debe realizar la Intendencia”, propusieron.