Opinion | 04 Ago Con el paso de los años, lejos de solucionarse, se mantiene en todos sus términos y hasta se ha acentuado el déficit de disponibilidad de especialistas médicos en dependencias del Ministerio de Salud Pública en el Interior, lo que repercute especialmente en la calidad de la atención en los hospitales ubicados fuera de Montevideo.
Este escenario no se ha generado a partir de los últimos años, sino que se viene arrastrando desde hace décadas, y pese a los enunciados contundentes del oficialismo sobre los cambios beneficiosos logrados a partir del Sistema Integrado de Salud (SNIS), en este sentido nada ha cambiado.
Ocurre que la promesa de un trabajo estable para toda la vida y la alta demanda laboral no son suficientes para que los especialistas decidan radicarse en el Interior, y es así que son muchos los factores que atan a los profesionales a la capital del país y ni siquiera en Montevideo están todos los cupos ocupados.
En todos los hospitales del país –incluido naturalmente el de Paysandú— se dan situaciones como en el caso del hospital de Fray Bentos, donde a principios de año los médicos advirtieron sobre un colapso por la falta de especialistas y amenazaron con renunciar en masa. Según afirmaron, cada médico de la emergencia atiende entre 100 y 120 pacientes por día, en tanto en Paysandú también los funcionarios han denunciado falta de profesionales como enfermeros y un alto ausentismo laboral.
El presidente de la Federación Médica del Interior (FEMI), Carlos Cardoso, indicó que hay especialidades en las que hay pocos médicos, como Urología, Otorrinolaringología, Oftalmología y Anestesia, y evaluó que los cambios en la práctica médica profundizan esta falencia. Explicó que excepto la anestesia, todas las especialidades tienen mucha más actividad quirúrgica por el avance de los tratamientos, lo que hace que se requieran más horas de trabajo de esos especialistas.
Esta problemática, además, es más grave en el norte del río Negro, donde ejercen muchos menos médicos que en el Sur, y según el dirigente gremial cada vez más médicos viajan periódicamente al Interior para efectuar intervenciones quirúrgicas o consultas. Cada vez viajan más médicos que residen en Montevideo a trabajar en el Interior, y es así que unos 200 médicos viajan desde Montevideo u otro departamento para ejercer la medicina, amplió.
Lamentablemente, este panorama no se dio de un día para otro y se arrastra desde hace muchos años, como lo demuestra además que el déficit se va agravando, como lo pone de relieve el hecho de que en numerosas ocasiones nos hemos ocupado del tema en nuestra página editorial y en artículos periodísticos que ponen de relieve en toda su magnitud la importancia de esta situación.
Debe tenerse presente que los médicos no encuentran atractivo ni mucho menos radicarse en el Interior cuando provienen y han cursado estudios en la capital, y además, cuando son oriundos del Interior, muchos de quienes cursan estudios optan por radicarse en Montevideo porque tienen mejores oportunidades en su vida profesional y reciben mejor paga, además de tener la posibilidad de asistir frecuentemente a cursos en los que van actualizando técnicas.
Por cierto que la carencia de recursos humanos, agravada por la falta de especialistas, es uno de los grandes problemas de la atención médica en el Interior, y por lo tanto es una manifestación más del centralismo y la centralización que existe en nuestro país en prácticamente todas las áreas. Las autoridades nacionales de la salud naturalmente están al tanto de esa distorsión, que incorpora además el ingrediente de que todos los institutos de medicina altamente especializada (IMAE) están instalados en Montevideo.
Esta falencia es parte de la distorsión, además, que agrava las notorias dificultades adicionales que tiene el Interior en la atención de salud respecto a la capital. Pero pasan los años, se suceden las administraciones, los gobiernos, y la situación se mantiene incambiada, porque hay intereses creados y no se han encarado políticas reales de estímulo para que el Interior, y mucho más aún el Interior profundo, cuente con servicios que siquiera se acerquen a los que se ofrecen al sur del Santa Lucía.
Pero hasta ahora, más allá de ocasionalmente replantearse el tema por alguna situación puntual o denuncia, más allá de diagnósticos y de excusas o tímidos anuncios de las autoridades de ASSE, las respuestas han brillado por su ausencia.
En cambio, desde hace varios años el directorio se ha ocupado de una diversidad de temas tangenciales producto en muchos casos de las presiones del ahora procesado director Alfredo Silva, con énfasis en situaciones de interés gremial pero no del de los sufridos usuarios, y con el Interior siempre postergado.
Sin dudas es hora de que realmente se encare con decisión la búsqueda de alternativas valederas en torno al problema y se haga algo efectivo para revertir este panorama, más allá de los anuncios y las excusas repetidas y sin sustancia.