Locales | 01 Ago La presencia de una jueza y sus alguaciles relevando las maquinarias de la imprenta Redicor S.A. para su posible embargo y un acto vandálico de quema de los carteles que habían colocado los trabajadores, fueron las notas diferentes en el marco de la ocupación y reclamo de los trabajadores de la imprenta ubicada en Leandro Gómez y Libertad, sobre la cual se anunció el quiebre económico y se desconoce el paradero de su principal.
En la madrugada de ayer, pasadas las 2.30, tres jóvenes empaparon en combustible e incendiaron dos de los carteles colocados por los trabajadores donde denunciaban la situación de la empresa. Según los trabajadores y vecinos que escucharon los ruidos, a la hora mencionada se arrojó combustible en los pasacalles a los que se prendió fuego, y los jóvenes huyeron por Leando Gómez al Este, lo cual se denunció a la Policía ayer.
Luego, y tras haberse realizado otra denuncia por el cobro de haberes correspondiente, se hizo presente una jueza que junto a sus auxiliares tomó nota de la maquinaria que está en el local, en una medida basada en la posibilidad de embargo de esa maquinaria. Sin embargo, y según un comunicado publicado ayer en este diario por la empresa Rolypel SRL, las máquinas no eran propiedad de Redicor S.A. sino arrendadas desde 2005, por lo que, en apariencia, no habría bienes de la empresa que explotaba la imprenta con los que se atiendan las deudas generadas, que según el contador liquidador sería de unos 500.000 dólares estadounidenses, pero a su vez los trabajadores tienen reclamos por más de 10 millones de pesos por impagos y -según denunciaron- liquidaciones de aportes mal hechas en el BPS. Además dijeron que tendría deudas con la Dirección General Impositiva, con UTE (lo que evaluaron en $140.000), proveedores y varios acreedores privados.
Según afirmaron, Pedro García, titular de Redicor S.A., ya había reconocido en el Ministerio de Trabajo una deuda salarial de siete millones de pesos “más licencias, aguinaldos, salario vacacional y liquidaciones por despidos”.
Los trabajadores, asesorados por dos abogadas y con el respaldo del Sindicato de Artes Gráficas y el Pit Cnt, evalúan la búsqueda de soluciones concretas y la posibilidad de mantener la fuente laboral, donde trabajaban hasta el lunes 10 personas.